El conjunto merengue podría perder el tercer puesto con el Villarreal y verse obligado a jugar los play-off del certamen internacional.
Atlético de Madrid dio un golpe de autoridad sobre la mesa tras imponerse (0-1) ante el Real Madrid y mantenerse en la pelea por el título de la Liga Española, manteniendo en ocho puntos la ventaja que le saca el imparable líder Barcelona. Un solitario gol de Antoine Griezmann fue suficiente para silenciar un Santiago Bernabéu que terminó con muchas sillas vacías antes del pitazo final.
Más allá de la destacada actuación de los jugadores y la nueva cátedra de táctica ofrecida por el técnico colchonero, la prensa madrileña se ha quedado con una nueva deslucida actuación del equipo blanco. Desde hace ya varios partidos se ha venido notando el bajo nivel del conjunto merengue que nos acostumbró a marcar mucho goles por partido, a brindar espectáculo en cada compromiso y que, por diferentes situaciones, ahora no vive su mejor momento.
La crisis ha sido tal que sólo la Champions League sujeta la temporada blanca. Tres meses quedan de campaña y los Reyes de Europa ya se han despedido de Copa y, salvo milagro, de la Liga. Son los propios jugadores los que reconocen que en Europa está la salvación, con lo que eso supone de tensión añadida para una plantilla que sabe que no le queda absolutamente nada más. Bueno, sí, salvar los muebles en la Liga.
La competición doméstica no sólo no la pueden ganar, sino que le pueda dar algún quebradero de cabeza inesperado. Por ejemplo, perder el tercer puesto y estar obligados a jugar la previa de la Champions. Sería un golpe fatal, sobre todo de cara a la gira de verano y a la planificación de la próxima temporada. El Villarreal está a dos puntos del Madrid, que no puede permitirse el lujo de desconectarse de la Liga. De hacerlo, corre el riesgo de llevarse un susto porque el peligro ahora viene de atrás.