Con goles de Jordi Alba y Neymar en el tiempo extra, el Barcelona se impuso (2-0) ante el Sevilla, en la gran final de la Copa del Rey.
Las tablas se extendieron hasta el final de un primer episodio muy táctico, disputado en el centro del campo, con pocas ocasiones ofensivas y marcado por la expulsión de Javier Mascherano al minuto 36, tras un claro agarrón a Gameiro en la disputa de un balón dividido en el borde del área. La tarjeta roja del argentino condicionó las intenciones de un equipo catalán que tuvo que resguardarse y atacar con mucha más precaución. En todo caso, la expectativa de cara al segundo tiempo se venía en aumento por el contexto del compromiso.
Pese a que el complemento prometía muchas emociones, terminó siendo una fotocopia de la etapa inicial con un claro dominador como el Sevilla que supo aprovechar la inferioridad numérica del rival y la lesión de Luis Suárez para imponer condiciones. Sin embargo, no le alcanzó para sacar diferencia en el marcador ante un Barcelona que aguantó bien pese a sus limitaciones y forzó la definición al tiempo extra, tras la expulsión de Éver Banega al minuto 90+2 por derribar a Neymar en el borde del área.
Fue necesario esperar hasta el primer periodo de adición para que llegaran los goles y para que Jordi Alba (minuto 97), pusiera en ventaja a los azulgranas. Pase largo, exquisito, precioso y preciso de Messi desde el circulo central, Vitolo no pudo aguantar la carrera de Jordi, que cruzó la bola al palo más lejano de Rico tras una corrida a máxima velocidad por la banda izquierda. Con esa diferencia mínima se marcharon los protagonistas al breve descanso.
Los últimos 15 minutos de la prórroga resultaron ser bastante decisivos para los dirigidos por Luis Enrique que aseguraron este nuevo título gracias a Neymar (minuto 120+3), que cerró su gran actuación con el tanto de la victoria tras otra genial asistencia de Messi. Para destacar la expulsión de Daniel Carriço al minuto 120+1 por una falta sobre el propio Messi que le representó la doble tarjeta amarilla. Así las cosas, segundo doblete consecutivo para el Rey de España.