Daniel El portero argentino, al servicio de Atlético Nacional, evitó la segunda caída de su meta con una increíble secuencia de intervenciones.
La segunda jornada futbolera en fin de semana de mayo ha estado marcada, como de costumbre, por las atajadas, golazos, jugadas y bloppers, entre otras cosas, que se vivieron en los diferentes lugares del mundo donde ha habido actividad internacional. En otras palabras, marcada por los hechos que han derivado de la actividad en competiciones locales como la Liga Águila de Colombia, la Liga BBVA de España y la Serie A de Italia, que han entrado en su recta final.
Uno de los sucesos que se presentó durante las últimas horas y que ha dado mucho de que hablar en la prensa deportiva mundial es el protagonizado por Franco Armani durante la derrota del Club Atlético Nacional (1-0) ante el Club Atlético Rosario Central, en partido valido por la ida de los cuartos de final de la Copa Bridgestone Libertadores. El guardameta visitante fue el gran responsable de que el elenco antioqueño mantenga la ilusión de remontar la serie en el juego de vuelta.
El portero argentino ratificó por qué es considerado uno de los mejores del continente en su posición y por qué River Plate lo tiene como primera opción para reemplazar a Marcelo Barovero. Armani ahogó el grito de gol de los locales con una triple atajada que dejó en evidencia toda su calidad. Primero tapó un complicado remate desde fuera del área, luego sacó sus reflejos para atajar la pelota desde el piso y finalmente reaccionó para volver a responder en el primer palo ante el asombro de todos los presentes.
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