El seleccionador alemán, actual campeón del mundo, fue cazado por las cámaras mientras realizaba uno de sus actos antihigiénicos.
La cuarta y última jornada futbolera en fin de semana de junio ha estado marcada, como de costumbre, por las atajadas, golazos, jugadas y bloppers, entre otras cosas, que se vivieron en los diferentes lugares del mundo donde ha habido actividad internacional. En otras palabras, marcada por los hechos que han derivado de la actividad en competiciones locales como la Major League Soccer e internacionales como la Copa América y la Eurocopa.
Uno de los sucesos que se presentó durante las últimas horas y que ha dado mucho de que hablar en la prensa deportiva mundial es el protagonizado por Joachim Löw durante la victoria de la Selección de Alemania (3-0) ante la Selección de Eslovaquia, en partido valido por los octavos de final de la Eurocopa de Francia 2016. El estratega germano llamó la atención de todas las cámaras tras realizar uno de sus ya conocidos actos antihigiénicos que dejan por el piso su imagen.
Quién iba a imaginar que un hombre así, de buena planta, bien vestido, educado, campeón del mundo… iba a convertirse en un icono del mal gusto. Tras ser visto en un par de ocasiones literalmente comiéndose los mocos, el seleccionador alemán esta vez fue pillado oliendo su mano después de rascarse el sobaco. Si bien es cierto que esto es un gesto muy común entre las personas, también está claro que él como imagen de un país debería evitar hacerlo en un estadio de fútbol y ante la mirada del mundo entero.