El astro argentino ha marcado 24 goles en las 22 finales que ha disputado con el conjunto azulgrana. Destacamos los cinco mejores.
La reciente proclamación del Barcelona como gran campeón de la Supercopa de España ha servido para ratificar varias cosas; primero, el equipo azulgrana sigue siendo el rey del balompié ibérico. Segundo, los hombres de Luis Enrique mantienen intacta la sed de victoria. Y, tercero, Lionel Messi es un especialista en marcar golazos durante las finales con el club.
El delantero culé ha jugado 22 finales con el Barcelona y ha marcado 24 goles. Un auténtico depredador que parece no cansarse nunca de meter goles. Sin embargo, con la Selección Argentina ocurre totalmente lo contrario. Cuatro finales jugadas, cuatro finales perdidas. Dos de ellas en la tanda de penaltis y una en el minuto 113. Además, su aportación goleadora fue nula. Seguramente los goles más recordados serán los de finales de Champions League o los goles al eterno rival, pero en la cuenta goleadora del argentino en las finales hay auténticas obras de arte.
Durante la final de la Champions League 2008/09, el Estadio Olímpico de Roma fue testigo de uno de los mejores goles de Messi. Corría el minuto 70 cuando Xavi Hernández conectó con el rosarino y éste, de cabeza, ponía el 2-0 definitivo ante el Manchester United. El argentino perdió su bota derecha en el remate y corrió a celebrarlo con ella en la mano.
El futbolista argentino fue el encargado de abrir el marcador de la final de la Copa del Rey 2015 con un gol en el que logró marcharse de medio Athletic. Agarró la pelota en la banda izquierda, encaró hacia el medio dejando varios rivales en el camino y derrotó al portero con un remate ajustado al primera palo.
Delante de un Santiago Bernabéu repleto de hinchas blancos, Messi marcó un golazo de tiro libre desde más de 20 metros para batir a Iker Casillas durante la Supercopa de España 2012. Nada pudo hacer el guardameta merengue para evitar la exquisita anotación del crack gaucho.
A finales del año 2009, Messi marcó un gol agónico con el pecho ante un equipo de su país, el Estudiantes de la Plata, en la final del Mundial de Clubes que se jugó en Abu Dabi. Los hinchas jamás olvidarán esta recursiva anotación del astro azulgrana.
Lo convirtió en la Supercopa de España 2008/09. La jugada nació de las botas de Xavi Hernández, pasó por Zlatan Ibrahimovic que devolvió de primeras hacia Leo, y el argentino, dentro del área, acabó picando el balón ante la inútil salida de Gorka Iraizoz.
