Agustín Marchesín, guardameta del Santos Laguna, puso en riesgo su integridad física para no dejar a su equipo en inferioridad numérica.
La primera jornada futbolera en fin de semana de agosto ha estado marcada, como de costumbre, por las atajadas, golazos, jugadas y bloppers, entre otras cosas, que se vivieron en los diferentes lugares del mundo donde ha habido actividad internacional. En otras palabras, marcada por los hechos que han derivado de la actividad en competiciones locales como la Liga Águila y la Copa Argentina, e internacionales como los Juegos Olímpicos de Río 2016 y los partidos amistosos de pretemporada que sirven como preparación para los diferentes clubes.
Uno de los sucesos que se presentó durante las últimas horas y que ha dado mucho de que hablar en la prensa deportiva mundial es el protagonizado por Agustín Federico Marchesín durante el frío empate a ceros del Club Santos Laguna S.A. de C.V. (0-0) ante el Club Puebla, en partido valido por la cuarta jornada de la Liga MX de México. El portero local se llevó todos los aplausos tras dejar en evidencia su amor por la camiseta que defiende.
Todo comenzó cuando Agustín salió del arco a despejar el balón pero fue impactado por un rival. Inmediatamente sus compañeros pidieron el cambio del argentino ante sus muestras de dolor pero las tres variantes ya estaban agotadas. Marchesín tuvo que continuar forzosamente en el partido pero ya no bajo el arco. El defensa Kristian Álvarez lo relevó en su posición y el portero se cambió de indumentaria y terminó el partido como delantero y con una camiseta sin número en el dorsal. El cambio de roles fue a 8 minutos del final.
