Sin Messi, Suárez y Neymar, el Barcelona se impuso como local (7-0) ante el Hércules, en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
Fue necesario esperar hasta bien avanzado el primer episodio para que llegara la calma al majestuoso Camp Nou y para que Lucas Digne (minuto 37), anotara el primer tanto del encuentro. Gran transición de Denis con Arda. Progresó el turco, que sirvió a Rafinha, que no remató en primera instancia. Recogió el rechace Digne y batió al portero Buigues para tranquilidad de los hinchas presentes en las gradas.
Mucho más pronto llegó el segundo tanto del compromiso, el segundo del Barcelona, esta vez a través de Ivan Rakitic (minuto 45), desde los doce pasos. El centrocampista croata cambió por gol una contundente pena máxima sancionada por el colegiado tras un claro derribo de Arda Turan dentro del ára. El turco enganchó hacia adentro y Rojas se lo llevó por delante. Con esa doble diferencia se bajó el telón de una primera función con dominio absoluto de los catalanes.
La etapa complementaria inició como terminó la primera: con gol de los locales. En los primeros compases del complemento apareció Rafinha Alcántara (minuto 50), para convertir todo en goleada. Buenísima jugada de Arda desde la izquierda hacia el centro. Buscó la personal y definir con la derecha, pero le barraron el paso y dejó para Rafinha, que venció a Buigues con un disparo potente a ras de piso.
No se conformaron los jugadores del Barcelona, mantuvieron el ímpetu ofensivo y eso le permitió a Arda Turan (minuto 55), echar más tierra de por medio. Otra muy buena acción colectiva de los dirigidos por Luis Enrique. Cambio de frente de Gomes para Vidal, que centró fuerte al área para que Turan rematara en plancha a la portería del desconsolado guardameta.
Faltaba uno más para que la fiesta fuera completa y así lo entendió Paco Alcácer (minuto 72), que marcó su primer gol oficial con la camiseta blaugrana. Sonaron las campanas en el Camp Nou. Tras más de 650 minutos sin anotar, marcó finalmente el delantero valenciano. Se sirvió de un centro de Rafinha y un mal despeje del Hércules. Cabeceó a placer para sentenciar el paso a los octavos de final.
