Antonio Munoz-Bonilla, futbolista del Bocholt de Alemania, se arrepintió de engañar al árbitro y se llevó el cariño del contrario.
La segunda jornada futbolera en días laborales de diciembre ha estado marcada, como de costumbre, por las atajadas, golazos, jugadas y bloppers, entre otras cosas, que se vivieron en los diferentes lugares del mundo donde ha habido acción. Dicho de otra manera, representada por los hechos que han derivado de la actividad en competiciones locales como la Premier League de Inglaterra e internacionales como el Mundial de Clubes de Japón 2016, por mencionar algunas.
Uno de los sucesos que se presentó durante las últimas horas y que ha dado mucho de que hablar en la prensa deportiva mundial es el protagonizado por Antonio Muñoz Bonilla durante el emotivo empate a unos del Football Club Bocholt (1-1) ante el Sportfreunde Baumberg, en partido valido por la má reciente jornada de la Oberliga Niederrhein de Alemania. El delantero local puso las sombras y las luces durante una jugada en la que pasó de villano a héroe para los visitantes gracias al remordimiento.
El hasta ahora no muy conocido atacante español se dejó caer en el área rival y el árbitro señaló penalti ante las enormes protestas de sus rivales. En ese momento, el jugador se acercó al colegiado para decirle que no era pena máxima y recibió el agradecimiento de los futbolistas del Baumberg. La admiración delos contrarios por el gesto de Antonio fue tal que uno de ellos lo besó en la mejilla para agradecerle por evitar el penalti.
