El estratega argentino relata las conversaciones que tuvo con el centrocampista colombiano durante su formación profesional.
Tras varios meses en el anonimato, teniendo en cuenta que el Club Atlético Banfield aún se encuentra de vacaciones, Julio César Falcioni Capdevila ha vuelto a ser protagonista en el fútbol mundial. El ex-futbolista gaucho reapareció en las principales noticias del planeta deportivo por intermedio de una reciente entrevista concedida a medios españoles.
El laureado técnico argentino compareció ante los periodistas del portal ‘GOAl’ para analizar la actualidad futbolística y recordar los inicios deportivos de James David Rodríguez Rubio, a quien hizo debutar de manera profesional por allá en el año 2009. Juntos lograron el único título que tiene el club en sus 120 años de historia y todo gracias a que Falcioni le modificó la manera de jugar al volante cucuteño, según como lo cuenta él mismo. Te dejo con sus llamativas declaraciones.
Llegada: «James tenía 16 años cuando llegó al club y 17 cuando lo subimos a Primera para que formara parte del título de 2009. Hay muchas grabaciones de programas a los que yo iba y me preguntaban cómo me animaba a poner a alguien tan joven y yo decía que no tenía techo. Tuve suerte en acertar. No siempre pasa».
Familia: «Entrenaba muy bien. La familia me escuchó: yo le dije a la madre que viniera a quedarse muy cerca de él para que ningún vicio de la ciudad lo pudiera distraer del trabajo. Nosotros lo pusimos en una posición diferente a la suya y aceptó con agrado los movimientos que le pedíamos para poder ser parte de ese equipo. Es un orgullo haber sido parte de un jugador tan importante. Yo dije que no tenía techo y a los 24 años ya fue capitán de la Selección, jugara en el fútbol argentino, en el portugués, en la francesa y que ahora esté en el Madrid».
Orgulloso: «Me llena de orgullo todo lo que ha logrado James. Pero mirá que paradoja: pasamos ese momento en Banfield y yo nunca más lo vi. De hecho, nunca más hablé siquiera por teléfono con James. Lo mismo me pasó con Agüero y con Ustari, a quienes tuve de muy chicos en Independiente. O con Rodrigo Palacio. Siempre trato de tener una relación profesional y de ayudarlos en la alimentación o llamando a los padres para que crezcan en lo personal. A lo mejor, el papá de Palacio viene y me saluda cuando estamos en Bahía, pero a Rodrigo no lo veo hace ocho años. A Agüero lo tuve en 2006 y la rompió, lo veo en la televisión y me llena de orgullo verlo trascender».