El portero del equipo filial del Gaziantep Belediyespor de Turquía no pudo evitar la caída de su pórtico por culpa de uno de sus defensas.
La cuarta y última jornada futbolera en días laborales de enero ha estado marcada, como de costumbre, por las atajadas, golazos, jugadas y bloppers, entre otras cosas, que se vivieron en los diferentes lugares del mundo donde ha habido acción. Dicho de otra manera, representada por los hechos que han derivado de la actividad en competiciones locales como la Copa del Rey de España e internacionales como el Sudamericano Sub-20 de Ecuador, por mencionar algunas.
Uno de los sucesos que se presentó durante las últimas horas y que ha dado mucho de que hablar en la prensa deportiva mundial es el protagonizado por el portero del equipo filial del Gaziantep Büyükşehir Belediyespor de Turquía, durante la más reciente jornada del Torneo Juvenil. El guardameta del conjunto turco puso las sombras y las luces en un partido en el que atajó un penalti, pero terminó marcándose uno de los autogoles más ridículos de la historia.
El joven portero detuvo un penalti en el tramo final del encuentro y uno de sus compañeros corrió a felicitarle con tal efusividad que provocó un inesperado, trágico y ridículo gol en propia puerta que le está dando la vuelta al mundo. El abrazo del defensa a su arquero fue tan desmedido que le hizo perder el equilibrio y el balón, que acabó traspasando la línea de gol para festejo del rival. ¡Más le hubiera valido despejar en vez de atraparla!