Hossam Hassan, director técnico del Al-Masry de Egipto, practicó un conjuro que provocó que sus rivales fallaran todos sus disparos.
La cuarta jornada futbolera en días laborales de febrero ha estado marcada, como de costumbre, por las atajadas, golazos, jugadas y bloppers, entre otras cosas, que se vivieron en los diferentes lugares del mundo donde ha habido acción. Dicho de otra manera, representada por los hechos que han derivado de la actividad en competiciones locales como la Liga Águila de Colombia e internacionales como la Europa League, por mencionar algunas.
Uno de los sucesos que se presentó durante las últimas horas y que ha dado mucho de que hablar en la prensa deportiva mundial es el protagonizado por Hossam Hassan durante la polémica victoria del Al-Masry Sporting Club en penales (3-0) ante el Football Club Ifeanyi Ubah, en partido valido por la primera ronda preliminar de la Copa Confederación de África. El entrenador local está siendo investigado por las autoridades nacionales tras realizar un ritual de brujería para ganar en la tanda de penaltis.
El equipo egipcio ganó 1-0 y llevó la eliminatoria a los penales, tras el 1-0 del cuadro nigeriano como local. Y entonces llegó el momento de conjuro: antes del inicio de la tanda, Hassan se acercó sigilosamente hacia el arco y depositó un objeto junto a uno de los palos. A pesar de que el arquero rival intentó detener al entrenador, los penales comenzaron normalmente. ¿Qué pasó? Los hombres de Ifeanyi Uba fallaron sus tres remates, Al Masry ganó 3-0 y se clasificó a la siguiente instancia.
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