El ex-presidente azulgrana aconseja que el sucesor de Luis Enrique debe seguir el legado y la filosofía implementada por Johan Cruyff.
Pese a tener la posibilidad de ganar nuevamente el triplete (está en la final de la Copa del Rey, en los cuartos de final de la Champions League y en el segundo lugar de la Liga Española) el FC Barcelona cambiará de técnico la próxima temporada y saber quién será su nuevo entrenador es uno de los temas que más preocupa en Cataluña.
Es tal la preocupación que el ex-presidente del club, Joan Laporta, participó este miércoles en un coloquio sobre la figura de Johan Cruyff, de cuyo fallecimiento de cumple un año el próximo 24 de marzo. El acto fue principalmente organizado para presentar el último número de la revista ‘Panenka’, dedicado al ex-técnico y ex-jugador holandés. Aprovechando la presencia de los medios, Laporta habló de las características que debería tener el sucesor de Luis Enrique. Te dejo con sus declaraciones.
Johan Cruyff: «Johan fue inspirador y sus discípulos lo perfeccionaron. Puse a Rijkaard porque me lo dijo él, puse a Txiki porque me lo dijo él y puse a Pep porque me lo dijo él. A él le gustaba que tomásemos decisiones. Estuvo contento por entonces y ahora también lo estaría. El Barça ha sido reconocido, querido y admirado por el mejor fútbol que se ha hecho nunca gracias a Johan. Él es el personaje más importante de la historia moderna del club».
Luis Enrique: «El entrenador del Barcelona debe dominar las características del estilo de juego que implantó Johan Cruyff. A mí me gustaría que fuera de este perfil. Luego, tomar la decisión es lo más complicado. No sólo por el hecho de haber participado en el Barça ya eres un candidato potencial. Se tiene que ser de una pasta especial. Se tiene que pensar en el grupo, poco en uno mismo. Y ya sabemos que en el mundo del fútbol hay mucho superviviente».
Ronaldinho Gaúcho: «En Navidad ya veíamos que la temporada iba mal. Entonces le insinué que se pusiera él al frente del equipo, porque le vi ilusionado, y luego a Pep al año siguiente. Pero me dijo que no y me recomendó aguantar a Rijkaard hasta que se supiera qué sucedía en la Champions. Del adiós de Ronaldinho o Deco no me habló. Él no hablaba mal de los jugadores».