El ajustada calendario y la falta de jerarquía son algunas de estas razones por las que los clubes colombianos no superaron la fase de grupos.
La finalización de la fase de grupos de la Copa Conmebol Libertadores no solamente ha servido para definir los clasificados a octavos de final, sino que también, para sentenciar una de las peores campañas de los equipos colombianos en el máximo torneo continental durante los últimos años.
Contrario a los años anteriores, este 2017 fue un verdadero infierno para los clubes tricolores en el torneo de más importante de América. Cinco equipos iniciaron el sueño del título, pero ninguno logró meterse entre los 16 mejores de la competición. Millonarios y Junior no pasaron de la primera ronda, mientras que Nacional, Santa Fe y Medellín quedaron eliminados en la fase de grupos. Estos son los cinco motivos del fracaso colombiano en la Libertadores.
Sin lugar a dudas uno de los principales problemas de los equipos colombianos en esta Copa fue la inocencia a la hora de defender. Un equipo que quiera llegar a instancias definitivas no se puede dar el lujo de tener errores tan infantiles en la zaga. Santa Fe, Junior y Millonarios los más afectados por esta situación.
Los clubes cafeteros estuvieron lejos de mostrar el fútbol vistoso que los ha caracterizado a nivel continental. Los cinco estuvieron faltos de ideas del medio hacia adelante y carecieron de un hombre importante en el frente de ataque, de ahí también la abundante falta de gol que terminó decretando las eliminaciones.
Ninguno de los equipos colombianos clasificados a la Copa Libertadores hizo una buena inversión en el mercado. Ni siquiera Nacional que tiene la chequera más larga del país fue consciente de lo que necesitaba para poder defender el título continental. Para este tipo de torneos no basta con apelar a una buena cantera.
Los entrenadores también son culpables de este fracaso. En los momentos claves, los timoneles fallaron en el análisis de los partidos, eligieron mal sus nóminas, inventaron con jugadores en posiciones diferentes y los cambios poco resultados dieron. Los resultados lo dicen todo.
Si bien todos los clubes del continente se ven complicados por el apretado calendario, en Colombia la cosa se complica aún más. Hubo equipos que tuvieron que jugar más de tres partidos en menos de cinco días, lo que produce desgaste y bajas por lesiones, más allá de la rotación natural de jugadores.