Matías Orihuela, futbolista del Quilmes de Argentina, tuvo que ser traslado al hospital después de ser agredido en un balón dividido.
La primera jornada futbolera en fin de semana de junio ha estado marcada, como de costumbre, por las atajadas, golazos, jugadas y bloppers, entre otras cosas, que se vivieron en los diferentes lugares del mundo donde ha habido acción. Dicho de otra manera, representada por los hechos que han derivado de la actividad en competiciones locales como la Liga Águila de Colombia e internacionales como el Mundial Sub-20 de Corea del Sur, por mencionar algunas.
Uno de los sucesos que se presentó durante las últimas horas y que ha dado mucho de qué hablar en la prensa deportiva mundial es el protagonizado por Matías Exequiel Orihuela durante la dolorosa derrota del Quilmes Atlético Club (0-1) ante el Club Atlético Patronato de la Juventud Católica, en partido valido por la jornada 27 del Torneo de la Primera División de Argentina. El volante local prendió las alarmas en el cuerpo médico tras recibir una patada en la cara que lo dejó convulsionando.
El centrocampista de Quilmes fue trasladado inmediatamente a una clínica, dónde pasó la noche, tras el tremendo impacto que le dio Iván Furios, jugador de Patronato. Orihuela, además de perder varias piezas dentales, sufrió un traumatismo de cráneo. La jugada, curiosamente, cuando se produjo el golpe, estaba ya anulada por fuera de juego. El susto se apoderó en el estadio Centenario de Quilmes porque el agredido comenzó a sufrir convulsiones tras recibir la patada.