Con goles de Cristiano, Casemiro y Asensio, el Real Madrid se impuso (1-4) ante la Juventus de Turín, en la final de la Champions League.
Pese a que los italianos manejaron el juego desde el pitazo inicial, los españoles encontraron a través de Cristiano Ronaldo (minuto 20), la ventaja en el marcador. Contragolpe letal de los blancos. Salida de Kroos desde su campo, rapidísimo. Cristiano esperó la llegada de Carvajal, que le dobló, cedió al área y por allí la cazó el portugués. Chutó, tocó Bonucci y no pudo hacer nada Buffon.
No duró mucho la alegría de los merengues, en realidad muy poco, y toda la culpa la tuvo Mario Mandzukic (27 minutos), que rápidamente igualó las acciones con un soberbio golazo. Impresionante la chilena que metió el croata. Se la dio Higuaín con el pecho y Mandzukic controló de espaldas y se sacó un disparo que superó por arriba a Navas. Con ese empate a unos se bajó el telón de la primera parte en el majestuoso Millennium Stadium de Cardiff, Gales.
Tras el descanso, el Real Madrid se montó en el control absoluto del encuentro, se hizo dueño de las acciones y eso le permitió a Casemiro (minuto 61), volver a poner al equipo en ventaja. Despeje corto de la Juventus, la pelota quedó servida en la frontal del área, Casemiro remató desde su casa, Khedira desvió con la planta del pie y sorprendió a Buffon, que nada pudo hacer.
No se conformaron los españoles, mantuvieron la agresividad ofensiva y encontraron su premio por intermedio de Cristiano Ronaldo (minuto 64), que se fue de doblete. Gran acción colectiva del Real Madrid. Modric apuró hasta línea de fondo y sacó un centro al primer palo, por donde apareció Cristiano con la caña preparada. Segunda anotación del portugués que llegó a 12 goles y se convirtió en el máximo anotador del torneo europeo.
Faltaba uno más para sentenciar el triunfo de los dirigidos por Zinedine Zidane y así lo entendió el joven Marco Asensio (minuto 90), que sentenció el compromiso con el gol más importante de su corta carrera deportiva. Marcelo bailó a Alves por la banda izquierda, llegó hasta línea de fondo, la puso atrás y Asensio, completamente solo, puso la guinda con un remate seco desde el punto penal. Así llegó la Duodécima Copa de Europa del equipo más ganador del Viejo Continente.