Mantener la hegemonía y enamorar a la hincha verdolaga, son algunos de los desafíos que tendrá el nuevo técnico del equipo antioqueño.
Tras varias semanas de rumores y negociaciones, finalmente se ha confirmado a Juan Manuel Lillo Díez como nuevo director técnico del Atlético Nacional. El estratega español, que llega procedente del Sevilla Fútbol Club, firmó contrato por tres años y fue presentado de manera oficial la semana pasada.
Con la llegada del ex-entrenador de Millonarios, que ya había sido adelantada por varios medios locales hace un par de días, comienza una nueva etapa en el equipo verdolaga después de dos años con Reinaldo Rueda Rivera en el banquillo. El técnico de 51 años, nacido en Tolosa, tiene por delante un desafío apasionante, pero a la vez muy complicado. Muestra de ello son los cinco retos a los que se enfrentará a partir de este momento. Te dejo con el listado de sus obligaciones.
Lo primero que deberá hacer Juan Manuel Lillo es conocer la plantilla de jugadores para que pueda descartar aquellos que no cumplen sus expectativas. El mismo presidente de la entidad, Andrés Botero, ratificó hace poco que con la eliminación en los torneos internacionales, el equipo necesita salir de varios futbolistas para bajar costos. El club solo disputará Liga y Copa Águila.
Además reducir la nómina, el español deberá traer un par de jugadores que se ajusten a su ideología de juego y aparte potenciar a los futbolistas que han estado en el club y que han sido fichas claves en los últimos éxitos nacional e internacionales.
Este nuevo proyecto en Nacional debe estar trazado a largo plazo, la base principal del equipo tiene un promedio de edad bastante alto (Henríquez, Arias, Macnelly y Dayro tienen más de 30 años) por lo que se necesita inyección juvenil. Lillo necesitará mirar muy bien la cantera como lo hizo el profe Rueda.
La afición Verdolaga es fiel pero exigente. No solo exige resultado, sino que también pide un fútbol lírico, vistoso y efectivo. Han sido varios los técnicos que han tenido que dejar la institución por no tener feeling con la barra. Incluso Juan Carlos Osorio en sus inicios fue tremendamente criticado por su ideología y manera de jugar, que coincide con la del español.
Lillo no tendrá excusas en Nacional para continuar con la racha de títulos que ha caracterizado al club paisa en la última década. Cuenta con una excelente plantilla, la mejor infraestructura deportiva del país y, además, un buen proyecto deportivo que se ha mantenido a flote sin importar el nombre del capitán del barco.
