Desde Alemania revelan que un narcotraficante colombiano financió la medicina que le permitió al cucuteño mejorar su contextura física.
James David Rodríguez Rubio sigue siendo el personaje del momento en el fútbol mundial. Tras ser noticia por su salida del Real Madrid de España y su posterior llegada al Bayern Múnich de Alemania, el volante cucuteño está dando de qué hablar por cuenta de un tema relacionado con su infancia, con Lionel Messi y con el narcotrafico colombiano.
El 10 cafetero nació con un talento innato para jugar al fútbol, desde niño se destacó por su gran calidad para tratar al balón, demostrándolo en los torneos infantiles más importantes de Colombia como el Pony Fútbol que se disputa cada año en Medellín, Antioquia. Sin embargo, el talento no era suficiente al punto que varios equipos como el Independiente Medellín lo llegaron a descartar por su baja estatura y limitada contextura física, comparado con los niños de su misma edad.
La suerte tocó la puerta de James cuando Gustavo Upegui, un ex-socio del narcotraficante Pablo Escobar y dueño del Envigado FC, le puso el ojo encima cuando apenas tenía 11 años. Tras verlo marcar dos goles olímpicos, el también ex-jefe de la organización criminal «La Oficina de Envigado» lo tomó bajo su protección y le costeó un tratamiento hormonal, parecido al que se sometió Lionel Messi en Barcelona, como lo recopila el diario germano ‘BILD’, citando una investigación del portal ‘Las Dos Orillas’.
El tratamiento fue todo un éxito, James debutó en Primera a los 14 años y creció hasta los 1,80 metros de estatura (Messi se quedó en 1,70 m), convirtiéndose en poco tiempo en una de las estrellas más importantes del planeta fútbol. Un par de años más tarde, Envigado también intentó este mismo tratamiento hormonal con Juan Fernando Quintero, pero no tuvo el mismo resultado positivo.
Pese a su gran inversión económica en el tratamiento hormonal, Upegui no alcanzó a ver el éxito de James, ya que al mes de su debut fue baleado en su casa por un ajuste de cuentas. Después de eso, doña María del Pilar Rubio, madre del centrocampista cucuteño, lo llevó a probar suerte en Argentina, logrando quedarse en Banfield, lugar donde empezó la grandiosa carrera internacional del 10 colombiano, quien aún no se ha pronunciado sobre este polémico tema.