El centrocampista español, ficha clave en el equipo rojiblanco, desperdició de forma inexplicable la ocasión más clara del partido.
La segunda jornada futbolera en días laborales de septiembre ha estado marcada, como de costumbre, por las atajadas, golazos, jugadas y bloppers, entre otras cosas, que se vivieron en los diferentes lugares del mundo donde ha habido acción. Dicho de otra manera, representada por los hechos que han derivado de la actividad en competiciones internacionales como la Copa Sudamericana y la Europa League, por mencionar algunas.
Uno de los sucesos que se presentó durante las últimas horas y que ha dado mucho de qué hablar en la prensa deportiva mundial es el protagonizado por Saúl Ñíguez Esclápez durante el agridulce empate a ceros del Club Atlético de Madrid (0-0) ante el Associazione Sportiva Roma, en partido valido por la primera jornada del Grupo C de la Champions League. El volante visitante sorprendió a propios y extraños tras fallar de la manera más increíble una inmejorable oportunidad de gol debajo del arco y con el portero en el piso.
No fue la noche del centrocampista colchonero, como tampoco la de muchos de sus compañeros. Saúl dispuso de dos grandes ocasiones para dar la victoria al Atlético en Roma. En la primera no hay mucho que reprocharle, pero la segunda, tras parada previa de Alisson Becker, fue clamorosa. El futbolista español remató de cabeza, el portero brasileño atajó su remate y se quedó tendido sobre el césped, Ñíguez remató nuevamente aprovechando el rebote, pero su disparo se fue por fuera.
