La ausencia de estrellas y de un plan específico son algunos de los motivos por los que la azurra está fuera de la Copa Mundo.
Desilusionando a sus hinchas y en contra de todos los pronósticos, la Selección de Italia empató (0-0) ante la Selección de Suecia, en el Repechaje de Europa rumbo al Mundial de Rusia 2018. Un solitario gol en el partido de ida fue suficiente para que el equipo sueco lograra la clasificación.
Al termino del compromiso, que llamó la atención del planeta entero teniendo en cuenta que estaba en juego uno de los últimos tiquetes para la Copa Mundo, mucho se ha dicho sobre esta dolorosa eliminación de los dirigidos por Giampiero Ventura. Aprovechando dicha tendencia, en esta oportunidad quiero compartir contigo la relación de cinco razones que, desde mi punto de vista, provocaron que Italia no clasificara al Mundial.
Más allá del incuestionable liderazgo de Buffon, Italia no ha vuelto a tener un gran referente sobre el terreno de juego desde la retirada de Pirlo en la medular o Del Piero en el ataque. Ningún jugador, ni siquiera Verratti, ha asumido ese rol de actor principal que marque diferencias en los momentos delicados.
Del once que presentó Ventura ante Suecia, hasta cinco jugadores tienen 30 años o más. Buffon, Bonucci, Barzagli, Chiellini, Candreva y Parolo formaron de inicio en un plantel en el que el jugador más joven era Gabbiadini, con 25 años. O no hay o no se apuesta por los talentos emergentes en la azzurra.
Jugarte tu presencia en el Mundial sin un jugador capital en el mediocampo como Verratti y no poder contar con un futbolista en estado de gracia como Zaza tampoco es que ayude precisamente a esquivar un desastre que terminó confirmándose. Seguro que Ventura en algún momento se acordó de esas bajas tan sensibles que acabaron convirtiéndose en otra losa más para Italia.
Se vio durante las Eliminatorias y se confirmó en plena repesca. Italia no sabe bien a qué juega. No demostró tener un plan específico ni un esquema de juego claro. En el choque decisivo optó por poner centros laterales buscando un remate que nunca llegó. A Suecia, muy solvente por arriba, se lo pusieron muy fácil.
Los aficionados italianos buscarán responsables por el fracaso de su selección y el primer señalado, como casi siempre en estos casos, será el entrenador. Dejar a De Rossi e Insigne viendo el partido desde el banquillo fueron dos de decisiones muy discutidas. El técnico italiano agotó los cambios pero no se acordó de dos de sus futbolistas más contrastados en un partido que necesitaba jugadores con tablas en citas importantes.
