El ex-futbolista brasileño confiesa que su primera prueba en el Fútbol fue de portero y que también probó suerte en el Fútbol Sala.
Tras varias semanas en el anonimato, Ronaldo Luís Nazário de Lima ha vuelto a ser protagonista en el fútbol mundial por cuenta de una reciente entrevista concedida al ‘Canal Zico 10’ en la que reveló varios secretos de su carrera deportiva. Te dejo con las llamativas declaraciones de Ronaldo.
Galácticos: «Esa época fue increíble. Me lo pasaba muy bien, especialmente en los entrenamientos porque ahí veías la elegancia de Zidane, relajado, haciendo cosas que en los partidos tal vez es más difícil de mostrar. Nos divertimos mucho, dentro y fuera del campo también. Había mucha presión hacia los jugadores por el nombre de galácticos. Eso ya era una presión innecesaria porque la presión ya era muy grande».
Futsal: «Fui a hacer una prueba en el Valqueire. El fútbol sala era muy disputado. Había unos 50 niños para hacer la misma prueba. Yo quería jugar de ala derecha y esa era en la que más gente había. Solo había tres en la fila de portero. Hice la prueba como portero y pasé. En el entrenamiento cambié de posición y nunca más volví a la portería. Yo siempre quise campo pero el fútbol sala para mí fue una base excepcional. Aprendí muchas cosas que llevé a mi carrera hasta el final».
Flamengo: «Antes de ir al São Cristovão fui a hacer una prueba en el Flamengo. Tenía 10 años, todavía estaba jugando al fútbol sala. Pasé la primera prueba, volví a la segunda y quien estaba organizando era Cantarelli. Teníamos 3 ó 4 minutos para enseñar algo. Él me vio, me aprobó pero yo vivía en Bento Ribeiro. Hasta llegar a la Gávea tenía que coger dos autobuses para ir y dos para volver. A la tercera vez que fui mi madre me dijo que iba a acabar con el presupuesto de la familia. Fue una pena porque mi gran sueño era jugar en el Flamengo».
PSV: «Cuando fui al PSV mi cuerpo cambió por la alimentación. Pesaba 78 kilos. Cuando fui al Barcelona pesaba 82. Ese fue el auge de mi condición física. No me importaba el frío y no me importaba nada, yo solo quería ganar. Los jóvenes hoy en día tienen que tener eso en la cabeza que hay que dedicarse… hasta cuando sufres una lesión porque al final eso te hace más fuerte. Yo descubrí una fuerza en mi que no sabía que tenía en la primera lesión con el Inter de Milan con 24 años».