Los jugadores, el director técnico y los principales directivos, son los personajes más criticados tras la inesperada humillación en Italia.
La dolorosa derrota del FC Barcelona (3-0) ante la AS Roma ha desatado un vendaval de acusaciones en Cataluña. Los goles de Dzeko, De Rossi y Manolas no solamente eliminaron al poderoso y siempre favorito equipo español, sino que también, ha dejado al descubierto a estos 3 personajes que son los principales señalados de este nuevo tropiezo continental.
👉 Los Directivos
Bartomeu pidió perdón a los seguidores culés, pero muchos no olvidan su gestión del equipo el verano pasado. La planificación fue de todo menos exitosa: se fue Neymar y el Barcelona dio un espectáculo bochornoso en el mercado de fichajes. Con las arcas llenas por el dinero ingresado por el brasileño, los dirigentes sólo pudieron traer, a precio desorbitado, a un joven inexperto como Dembélé, y a Paulinho, un parche para intentar tapar la frustrada llegada de Verratti. La llegada de Coutinho en enero de poco servía con una Liga encarrilada y sin poder jugar en Champions, y la incorporación de Yerry Mina, habitual entre los descartes de las convocatorias, todavía no se termina de entender.
👉 Ernesto Valverde
El técnico del Barcelona fue el principal objeto de culpa tras el partido en el Olímpico de Roma. El principal motivo, los cambios. Con el equipo totalmente mermado físicamente tardó 81 minutos en hacer el primer cambio para quitar a Iniesta y dar entrada a Gomes, que poco o nada pudo hacer. La Roma logró el tercer gol que les daba el pase en el 83 y pasaron tres minutos para que el entrenador reaccionara, a la desesperada, para meter a Dembélé por Semedo, desastroso toda la noche, y Alcácer por Busquets.
👉 Los Jugadores
Ellos son, en definitiva, los grandes protagonistas. Los héroes en la victoria y los villanos en la derrota. En el partido de ida no hicieron méritos para llevarse un 4-1 y ayer merecieron de forma contundente el vendaval de la Roma. Porque ninguno de los once jugadores que saltaron al campo mereció defensa alguna. No se salvó nadie. El portero pudo hacer algo más en el primer gol, la defensa fue un coladero en conjunto, los volantes no estuvieron precisos con los pases y los delanteros no preocuparon en ningún momento a solida zaga defensiva que montó el conjunto italiano.