Los cambios de Alberto Gamero y la combatividad del equipo, son algunos de los elementos que le permitieron a los pijaos quedarse con el título.
La sorpresiva victoria del Deportes Tolima en penaltis (2-4) ante el Atlético Nacional, en la gran final de la Liga Águila I-2018 de Colombia, ha desatado un vendaval de elogios en Ibagué.
Los goles de Sebastián Villa y Danovis Banguero, además de los penales fallados por Reinaldo Lenis y Vladimir Hernández, no solamente sirvieron para que el equipo verdolaga se quedara con la fiesta armada, sino que también, para que el equipo vinotinto alcanzara su segunda estrella en la primera división del fútbol colombiano. Estas son las tres claves de su nueva hazaña.
Sin duda alguna el principal artífice de la espectacular campaña del Deportes Tolima, que fue animador durante todo el torneo y dejó en el camino a grandes contrincantes. El técnico samario le dio una identidad de juego al Pijao, mostrando un fútbol equilibrado: sólido en defensa y efectivo en el ataque.
Gamero hizo milagros con una nómina corta, pero humilde y trabajadora. Merecido título para el Tolima y para Alberto, quien desde hace tiempo venía mostrándose como uno de los mejores técnicos colombianos de la Liga Águila, más allá de su flojo paso por Atlético Junior.
Tolima se acostumbró a sufrir durante todo el campeonato, pero a la larga terminó sacando rédito dentro del sufrimiento. Una de las claves de los ibaguereños para alcanzar el título fue su poder de «punch».
Si bien desperdició una gran cantidad de goles claros durante la mayor parte del campeonato, en los momentos claves aparecieron jugadores de jerarquía como Ángelo Rodríguez y Sebastián Villa, goleadores del equipo con 6 tantos cada uno.
Propio del ADN y la idea de juego del profe Alberto Gamero, una de las principales características del Deportes Tolima campeón fue su alto nivel de combatividad desde el minuto 1 al 90.
Prueba de ello es la victoria in extremis en el Atanasio Girardot que logró cortar una racha de invicto de 35 encuentros a Atlético Nacional en casa y de paso estiró la serie hasta los disparos desde el punto penal, donde los pijaos fueron más efectivos para lograr la anhelada segunda estrella.
