Los jugadores del equipo galo le tocaban el bigote a Adil Rami, defensa central del Olympique de Marsella, antes de los partidos de la Copa del Mundo.
La contundente victoria de la Selección de Francia (4-2) ante la Selección de Croacia no solamente sirvió para definir al flamante campeón del Mundial de Rusia 2018, sino que también, para confirmar la efectividad de su curiosa cábala.
Se trata de un ritual que tiene como protagonista al bigote de Adil Rami. La «tradición» la inició Kylian Mbappé antes del partido de octavos frente a Argentina. El resultado fue tan bueno -el futbolista se salió y Francia siguió adelante (4-3)- que Antoine Griezmann y el resto de la expedición se fueron uniendo poco a poco al exitoso talismán.
Las victorias fueron cayendo del lado del conjunto que dirige Didier Deschamps y lograron alzarse con el cetro mundial. Entre las celebridades que festejaron este triunfo galo estuvo Pamela Anderson, la flamante ‘Vigilante de la Playa’ y que mantiene un romance con el propio Rami desde 2016.
En el Mundial de Rusia 2018 se recordará la cábala del bigote de Adil Rami pero no su presencia sobre el terreno de juego. De hecho, el defensa del Olympique de Marsella ha sido el único jugador de campo que no ha jugado ni un minuto con ‘Les Bleus’ durante el torneo.
Los galos consiguieron su primera estrella gracias al buen hacer de Zinedine Zidane y compañía sobre el terreno de juego… y por la ‘magia’ de la calva de Fabien Barthez, besada ritualmente por Laurent Blanc antes del inicio de cada partido.
Nunca llegaron a hablar públicamente de aquel episodio, pero hasta el presidente Jacques Chirac llegó a besar la cabeza de Barthez. 20 años después, Francia ha vuelto a alzar el trofeo mundial y de nuevo hay un ritual en el trasfondo.