El centrocampista español confesó que después de ganar el triplete tuvo que acudir al psicólogo porque se sentía vacío y no sabía qué hacer.
Andrés Iniesta está siendo noticia en el fútbol mundial por cuenta de una conmovedora entrevista, concedida al programa ‘Salvados’ de La Sexta, en la que revela detalles de sus problemas de depresión. Te dejo con las declaraciones de Iniesta.
«No hace falta ser del Barcelona o del Madrid para saber que esa situación fue desagradable. Y el componente clave en esa historia fue Mourinho. Quien no lo quiera ver, traspasa el radicalismo.
No veías la rivalidad de siempre, veías más allá de eso, veías odio. Se cultivaba ese ambiente y era insoportable. La tensión Barça-Madrid provocada por Mourinho hizo mucho daño a la Selección y a los compañeros».
«No tengo muy buen recuerdo, evidentemente. Lo que mal empieza, normalmente, mal acaba. Deportivamente, lo de Lopetegui no fue positivo. Y el último partido pues ya me acaba de poner la guinda. Empecé en el banquillo y no entendí la decisión. Se lo dije a Hierro.
La respeto, porque la tenía que respetar, pero no la compartí. El míster me habló antes y después, pero no entendí la decisión. Creo que no tenía los argumentos para tomarla. Estaba puteado porque me daba igual lo que me dijera».
«Me vino todo después de ganar el triplete. El gol al Chelsea, la Champions, tres títulos, año increíble… Pero en verano, no. Te empiezas a encontrar mal, algo raro, y no sabes catalogarlo. Empiezas un proceso interior, a pensar, pero no sabes por qué. Y entras en un bucle y te encuentras muy vacío.
Una tarde de pretemporada, estaba en mi casa y llamé al médico, al doctor Pruna, para ver qué hacía, porque no sabía lo que iba a pasar. Le dije que necesitaba ayuda, porque no salía de esa situación. Deseaba que llegara la noche para tomarme una pastilla y descansar.
No tenía ni ilusión, ni ganas, ni sentimientos. Cuando sufres depresión, no eres tú, cuando estás tan vulnerable, es difícil controlar momentos de la vida. Estuve en tratamiento un periodo con la psicóloga, siempre me acordaré de las ganas que tenía de tener la consulta, llegaba hasta 15 minutos antes».