El conjunto xeneize superó en los penales a Rosario Central y conquistó, por fin, el trofeo que ya se le había escapado tres veces.
La primera jornada futbolera en días laborales de mayo ha estado marcada, como de costumbre, por las atajadas, golazos, jugadas y bloppers, entre otras cosas, que se vivieron en los diferentes lugares del mundo donde ha habido actividad.
Dicho de otra manera, representada por los hechos más llamativos que han derivado de la acción en las distintas competiciones locales como la Liga Águila de Colombia e internacionales como la Copa Conmebol Sudamericana, por mencionar algunas.
Uno de los sucesos que se presentó en las últimas horas y que ha dado mucho de qué hablar en la prensa deportiva mundial es el protagonizado por Esteban Maximiliano Andrada durante la emotiva victoria del Club Atlético Boca Juniors en penaltis (6-5) ante el Club Atlético Rosario Central, en la gran final de la Supercopa de Argentina 2018.
Boca volvió al lugar donde empezó todo, Mendoza. Y lo hizo con el objetivo de cerrar una etapa para el olvido. Rosario, el Xeneize derribó esa barrera llamada Supecopa Argentina y se quedó con un trofeo que ya se le había negado en tres oportunidades.
Fue una final igualada hasta último momento. Los 90 minutos terminaron con empate a ceros y fueron los penales quienes decidieron al ganador. Solamente uno de los doce cobradores falló su lanzamiento. Por el lado de los colombianos, Sebastián Villa jugó todo el partido, Jorman Campuzano fue suplente y Frank Fabra no fue convocado.