El volante marfileño confirmó que, a sus 35 años, dejará de lado la actividad deportiva para iniciar su carrera como director técnico.
Entre las muchas cosas que hacen del fútbol el deporte rey sobresale la mezcla de emociones que un aficionado puede vivir. Es decir, en ocasiones se ve a los hinchas llorando de felicidad, también es muy común verlos en llanto de tristeza.
Ese mar de emociones y sentimientos encontrados también se experimenta a través de los jugadores. Desbordante es la alegría de los fanáticos cuando su futbolista favorito anota un gol. Sin embargo, esos sentimientos se dilatan cuando su ídolo decide no continuar en el fútbol profesional.
Esas últimas sensaciones son las que viven por estos días los seguidores de Gnégnéri Yaya Touré, luego de que el centrocampista marfileño anunciara su partida definitiva del deporte al que le entregó los mejores años de su vida y en el que consiguió hacer un lugar entre los mejores del mundo.
Ha sido Dimitri Seluk, representante del futbolista africano, el encargado de confirmar la noticia a través de sus redes sociales. «Yaya Touré ha acabado su carrera como jugador. Lo próximo es su carrera como entrenador», publicó el ruso en su perfil oficial.
Touré se marcha con una vitrina llena de trofeos que comenzó a llenar con el ASEC Mimosas de su país en 2004 y cerró con la Premier League y la EFL Cup el pasado año, jugando con el Manchester City.
Entre esos 14 años le dio tiempo de levantar otras dos Ligas en Inglaterra, dos Ligas y dos Copas en Grecia, dos Ligas en España, una Copa del Rey, una Supercopa de España y una de Europa, y la Champions League de 2009 con el FC Barcelona.
Más allá de su palmarés como futbolista, Yaya es uno de los referentes de su país a nivel nacional. Él fue uno de los artífices de aquella gran Selección que ganó la Copa África en 2015, que se decidió en unos agónicos penaltis entre los suyos y Ghana.
