La compañera sentimental del defensa colombiano confiesa que lloraron por lo que decía la gente, sin que él lo mereciera.
Liliana Ortíz, la esposa de Stefan Medina, está siendo noticia por cuenta de una conmovedora entrevista, concedida al diario ‘El Espectador’, en la que revela cómo afrontaron el bullying en Colombia. Te dejo con sus declaraciones.
Bullying en Colombia
«De ser amado en Nacional pasó a ser la burla de todo un país. No entendíamos nada. Le echaron la culpa a un pelado que acababa de debutar cuando había 11 jugadores en la cancha. Yo veía los memes: que el tronco de un árbol, Frodo, del Señor de los Anillos, entre otros.
A la familia le dio muy duro, lloraron, porque Stefan es un gran ser humano y no se lo merecía. Stefan nunca se enojó. Recuerdo que a veces le mostraba los memes, todo el mundo me recomendaba que no lo hiciera, pero yo igual lo hacía. El dolor de él era más que todo por ver sufrir a su familia. Eso sí, nos pidió que nunca le contestáramos mal a nadie».
Respeto en México
«Pasó de ser la burla de Colombia a ser alguien muy respetado en Monterrey. Siempre lo han visto con mucha admiración. Cuando nos fuimos, nos olvidamos de Colombia y de la Selección. La prensa y las redes le han dado muy duro a mi esposo, le han hecho bullying y tirado a matar por mucho tiempo».
Respuesta de Medina
«Esa es su forma de ser, es una persona introvertida a la que simplemente le tocó vivir eso. Dejamos de leer la prensa y las redes, aprendimos a vivir con eso. Él nunca te va a hablar de nadie. Si tiene un mal concepto de una persona, se lo guarda. Si se expresa de alguien, lo hace de manera positiva o simplemente no lo hace».
Selección Colombia
«En México lo ha ganado todo y está tranquilo. A mí, como esposa, no me angustiaba que no lo llamaran; al contrario, era un alivio. Y cuando lo convocan pasa por mi cabeza el ‘ay, otra vez las críticas’. Pero siempre me he quedado callada. Cuando entró en la lista a última hora para la Copa yo le pregunté: ‘¿No quieres decir que no?’. Él me dijo: ‘Es mi deber, aparte este cuerpo técnico ni me conoce. ¡Tengo que ir!’.