Con goles de Salah y Origi, el Liverpool FC derrotó (0-2) al Tottenham Hotspur, en la gran final de la Liga de Campeones.
Rápidamente llegaron los goles y las polémicas. Mohamed Salah (minuto 2) marcó tras un dudoso penalti de Sissoko. Mané tiro un centro y la pelota se estrelló en el brazo del francés. El árbitro revisó el VAR y señaló el punto blanco.
Con esa diferencia mínima se bajó el telón de la primera parte en el Wanda Metropolitano. Aunque los reds tenían la ventaja en el tanteador, los spurs compitieron a la altura con la posesión de la pelota. Una final muy pareja, que estaba siendo desequilibrada por una discutida decisión arbitral.
Tras el descanso llegaron las modificaciones, ambos entrenadores movieron sus fichas y con éstas llegó el segundo tanto del Liverpool. Esta vez fue Divock Origi (minuto 87) el encargado de aumentar la ventaja. El Tottenham no fue capaz de despejar el córner y acabó marcando de surda el belga. El hombre de la remontada al Barcelona, sentenció la final en Madrid.
Con este resultado, los dirigidos por Jürgen Klopp se quedaron el trofeo más preciado de la temporada. Los reds conquistan su sexta oreja y se convirtieron en el tercer equipo más ganador de la historia del torneo; registro que sigue siendo ampliamente liderado por el Real Madrid (13) y el AC Milan (7).