El extremo belga llega al equipo merengue para jugar por la banda izquierda, en el esquema preferido de Zinedine Zidane.
Eden Hazard sigue siendo uno de los personajes del momento en el fútbol mundial. Tras ser noticia por su salida del Chelsea, está dando de qué hablar por cuenta de la posible formación que utilizaría el Real Madrid.
Una de las mayores virtudes del futbolista belga es su versatilidad. Puede jugar de extremo por cualquiera de las dos bandas, puede hacer las veces de enganche o mediapunta y hasta puede ser delantero de área. Y en todas las posiciones se las arregla para sacar el máximo provecho de su talento.
Zinedine Zidane tendrá por fin un verdadero reemplazo de Cristiano Ronaldo. Respetando las distancias, obviamente. El capitán de Bélgica ya tuvo su presentación galáctica y solo queda esperar a que rinda como una estrella. Esa será precisamente la misión del técnico francés.
Para cumplir con el objetivo del Madrid, el 4-3-3 con el que se encumbró en el Bernabéu deja de ser innegociable. Una idea que quizá rondaba ya por la cabeza del entrenador cuando anunció su dimisión tras la final de Kiev, consciente de la futura marcha de CR7.
En cualquier caso, con los mimbres que hay (no sólo Hazard, sino Jovic, Mendy, Militao y Rodrygo, de momento), el técnico podría mantener su dibujo fetiche, siempre con el belga a la izquierda. Es la demarcación en la que Eden más rinde y eso lleva a Zizou a buscar un nuevo acomodo para la gran promesa de la plantilla, el brasileño Vinícius, que deberá adaptarse a la banda derecha.
La otra gran opción para Zidane es cambiar a un 4-2-3-1, lo que le permitiría dar entrada a un jugador ofensivo más. Sería un Madrid de mediapuntas, siempre con Hazard por banda izquierda y Vinícius por derecha, con espacio suficiente para dar cabida a buena parte del talento creativo que se reúne en la plantilla.
Incluyendo a un Paul Pogba que sigue siendo deseo expreso del técnico, que el club tratará de satisfacer en este mercado de verano.
