El ex-futbolista argentino confiesa que ese es su mayor temor como entrenador, porque le tocó vivirlo varias veces como jugador.
Javier Saviola ha vuelto a ser noticia en el fútbol mundial. Lo ha hecho con una entrevista, concedida a ‘The Coaches Voice’, en la que revela que los jugadores pueden sacar un técnico. Te dejo con las palabras de Saviola.
«Ten claro que un vestuario puede echar a un técnico. Sobre todo, si son los futbolistas con más jerarquía dentro del grupo. Capitanes o aquellos que llevan muchos años en la plantilla. Ellos tratan de imponer su respeto y mando. Yo lo viví en varias ocasiones durante mi carrera como futbolista. Y ese es mi principal temor como entrenador: la gestión de la plantilla.
Nunca los treinta jugadores van a estar conformes contigo. Eso es imposible. Solo juegan once y el resto no compartirá tu planteamiento. Pero lo que sí aprendí como jugador es que esos futbolistas que no juegan también deben sentirse importantes dentro del grupo. Ahora me toca a mí llevar a cabo esa función».
«Mi primera experiencia en los banquillos ha sido como asistente en el Ordino (Andorra). Formaba parte de las prácticas para obtener el título de entrenador. Fue tras dejar River Plate y el fútbol. Cuando te retiras como jugador es difícil. Siempre dicen que tienes que estar muy preparado para tomar esa decisión. Y es cierto.
Compañeros que habían pasado por ese momento me aconsejaron que me pensara bien lo de retirarme, porque si te queda la sensación de que puedes seguir jugando va a ser caótico. ‘Te va a agarrar una sensación de ansiedad tremenda y no sabes por dónde ir’, me avisaron.
Yo he tenido la suerte en mi carrera como futbolista de competir en grandes equipos, jugando gran cantidad de partidos todas las semanas, entrenando, viajando… Pero de un día para otro te encuentras en casa, sin hacer nada.
«Mi primer entrenador fue Gabriel Rodríguez. Empecé a jugar al fútbol a los cinco años en Parque Chas, un club muy modesto de Buenos Aires. Él fue también el primer técnico que tuve en River Plate. Me encantaba su forma de enseñar. Más tarde, el entrenador de mi debut con River Plate, fue Ramón Díaz, un motivador nato.
También tuve la suerte de tener a Marcelo Bielsa como entrenador en las Olimpiadas de Atenas 2004. Su pasión por el fútbol es de un fanatismo desmedido. Siempre digo que Bielsa si agarra a un jugador de ‘6 puntos’, él te lo hace de ‘8 o 9’. Es impresionante.
Ya en Europa, pasé muy buenos momentos con Jorge Jesús, en el Benfica. Pero si tuviera que ser como un entrenador, me gustaría ser como José Pékerman. Un técnico que trabaja desde la tranquilidad. Se la transmite también al jugador para que pueda rendir al máximo en situaciones complejas. Siempre le estaré agradecido por su ayuda. Como también a Charlie Rexach y toda la gente del Barcelona».