Aficionados de Nueva Chicago y Atlético Temperley, equipos de la Primera Nacional, tuvieron una indignante pelea en las gradas.
Fin de semana de contrastes en el fútbol argentino. En la Primera División continúa el ‘mano a mano’ entre River Plate y Boca Juniors por el liderato, pero en la segunda categoría hubo un nuevo episodio de violencia.
La buena imagen que nuevamente dejaron los equipos de la Superliga, contrastó con la bochornosa actitud de los hinchas en la Primera Nacional. Más precisamente estamos hablando de los fanáticos de Nueva Chicago y Atlético Temperley, que se enfrentaron este domingo con navajas en las gradas del Estadio Nueva Chicago.
Apenas comenzado el partido, el árbitro Mario Ejarque vio las corridas y escaramuzas que se producían en una de las cabeceras del estadio y decidió inmediatamente parar el juego durante 10 minutos. Dos personas sufrieron heridas de arma blanca y fueron trasladadas al Hospital Santojanni. Hasta el momento hay tres detenidos.
Una vez que el juez recibió las garantías necesarias por parte de la Policía de la Ciudad, el juego se reanudó en Mataderos. A la salida del encuentro, hubo una requisa en la parcialidad local y se secuestraron banderas y bombos de la barra de Chicago por orden de la Fiscalía, a cargo de Adriana Bellavigna, y también se decidió la clausura del estadio.
Pelea entre jugadores en Argentina
Desafortunadamente, no es la primera vez que el fútbol argentino es epicentro de este tipo de peleas. A finales del año pasado, hubo otra batalla campal pero esa vez entre futbolistas. Sucedió en los minutos finales de la final de la Liga Lujanense. Lucas Torres, delantero del Atlético Televisión, perdió la cabeza y agredió con sus tacos a un rival. Los jugadores del Club Jaguel no dudaron en defender a su compañero.