Wilmar Barrios reconoce que llegó a la final de la Copa Libertadores marcado por todas las criticas de los hinchas, antes del fatídico partido con River Plate.
El volante cartagenero ha vuelto a ser noticia en el fútbol argentino. Esta vez es por cuenta de una entrevista virtual concedida a Federico Bulos, periodista de Fox Sports, en la que reveló las verdades de su salida de Boca Juniors. Estas fueron las palabras de Wilmar:
«Siempre que puedo me quedo trasnochando para verlo. Pero después me pongo a ver y mirar a las gradas, al salir los excompañeros a la cancha y toda esa energía que le mandan desde las tribunas para que cada uno pueda dar lo mejor me hace acordar a mí también esa sensación linda que sentía cuando iba del hotel a la cancha, al vestuario. Se extraña todo eso.
No lamento no poder estar ahora con la dirigencia nueva y Román porque creo que con la anterior dirigencia también se hicieron cosas importantes, más allá de que me parece que es una fortuna poder contar con una persona como lo es Riquelme. Siempre lo quise conocer, no se dio la oportunidad. Hoy que este grupo de jugadores lo tiene cerca y sería bueno aprovecharlo».
«Al partido de Madrid llegué marcado por las cosas que se inventaron, y encima tuve la mala suerte de ser expulsado. Si no me hubiesen echado quizás la historia habría sido otra, porque soy consciente de que hasta ese momento el partido estaba parejo. Ninguno de los dos había tenido demasiadas situaciones claras. Para mí pudo haber sido amarilla. Fue una frustración tremenda porque en ningún momento tuve la intención de pisar a Exequiel. Por mala suerte me tocó.
Después de la final me puse a pensar: ‘¿Y ahora qué será?’ Todo lo que venía haciendo, pensaba yo, se ha ido a la nada. Me estaban crucificando. Esos días fueron bastante duros en lo personal, también para la familia. Pero bueno, después de un tiempo me mentalicé y me preparé con todo en la pretemporada para volver.
La idea de salir en el verano estaba desde antes de la final. Me preparé igual para quedarme porque no sabía si se iba a dar o no la salida. Pero nunca hablé con el presidente. Sí lo hice una vez con Burdisso. A la vez pensaba: ‘Han traído a Campuzano, han traído a Marcone, seguramente estén pensando en el que me vaya’.
Si no se daba en ese momento iba a ser a mitad de año. Yo estaba bien, feliz en el club, la gente me quería, porque creo que aún hoy, después de esa final, son más los que me quieren que los que no.
«No sé si lo que me faltó fue más respaldo de Guillermo y del cuerpo técnico. Siempre me mantuve en una misma línea el tiempo que estuve en Boca. Cuando fui el mejor y en esos partidos que no anduve tan bien. Me fastidié cuando se empezaron a decir cosas de mí, cuando se empezaron a inventar cosas. Yo era el que quería, el que no quería, el que inventaba, el que me hacía. Y todo eso fue falso.
Nadie sabía qué era lo que pasaba adentro del vestuario. Y yo nunca fui de salir a hablar, no me gusta. Yo siento que de la puerta para adentro sí me respaldaron. Faltó que, como cabeza del grupo, de pronto lo hicieran para afuera, porque ellos sabían realmente lo que estaba pasando. Pero bueno, yo creo que cada quien piensa o maneja las situaciones de manera diferente. Y yo tampoco se los pedí: me mantuve tranquilo, en silencio.
Siento que todavía me falta un capítulo en Boca. Me quedó pendiente ese paso. Habría sido lindo para todos ganar la final. Creo que todo el proceso que venía haciendo era para salir bien de Boca, pero tuve la mala suerte de que no se dio bien en ese momento.
Ojalá pueda regresar en algún momento, porque me quedó eso pendiente, y me imagino, pienso y a veces hasta sueño volver a estar ahí, volver a vivir esa sensación que viví hasta hace un año. En lo personal viví muchas cosas hermosas en Boca. No me tocó fácil. Desde el día que llegué dije que quería darle muchas cosas a Boca, que quería ganar muchas cosas, y creo que lo mejor que le pude brindar al hincha fue en cada partido entregar lo mejor de mí».