La transmisión de los partidos por señal abierta y los topes salariales, son algunos de los grandes cambios que podría sufrir el fútbol colombiano.
El fútbol mundial está en crisis. La pandemia que amenaza a la humanidad obligó a cesar las actividades deportivas en todo el planeta. Han pasado ya varias semanas desde que se tomaron estas decisiones, pero lo más preocupante es que todavía no se sabe cuándo volverá a rodar la pelota.
El fútbol colombiano también tuvo que parar por el coronavirus y aún no se tiene muy claro en qué fecha podría regresar. Esto está afectando notablemente la economía de los equipos y ha provocado que sus presidentes tomen medidas extremas de precaución. Algunos ya han anunciado públicamente sus decisiones, mientras otros están esperando ‘ayudas’ del gobierno.
Lo cierto es que las cosas no seguirán como hasta ahora. Los clubes y la Dimayor tendrán que empezar a mirar cómo levantarse de nuevo con todo este hueco financiero que está dejando el COVID-19. Se aproximan grandes cambios en el fútbol colombiano tras el coronavirus. Estos son los cuatro más posibles:
Con el reciente pedido de auxilio del presidente de Dimayor, Jorge Enrique Vélez, al Gobierno Nacional, volvió al aire la polémica sobre el canal premium y cuando el máximo ente del fútbol colombiano se declaraba una república independiente como empresa privada. Pues algo va a tener que pasar en este aspecto.
Por un lado, la demanda de la gente al derecho a ver fútbol podría hacer que algunos partidos sean transmitidos en señal abierta. También se ve la posibilidad de una reducción del costo del mencionado canal, a un precio que sea más cómodo para la mayoría de la población. Con lo mal que va a quedar la economía después de esta emergencia del coronavirus, no hay mucho más.
Algo de lo que se han quejado los equipos grandes es de la repartición igualitaria de los derechos televisivos. Son estos clubes los que llevan la mayor parte de televidentes y están recibiendo lo mismo que el que no lleve ni uno solo.
Para salir de este hueco financiero, los equipos grandes lo van a tener más complicado, pues son los que mayores deudas están adquiriendo con cada día que pasa sin fútbol.
El conflicto con este asunto es que tendrían que cambiarse los estatutos, algo que suena perfectamente a revolución, ya que los derechos de televisión no son lo único que grandes y chicos tienen por igual: los votos también valen lo mismo en las asambleas y ya sabemos quiénes son mayoría.
El hueco financiero va a hacer que todos los clubes tengan que ahorrar costos mirando hacia las divisiones inferiores. Aquí se llevarán una buena ventaja aquellos clubes que son reconocidos por formar buenos jugadores, como el Deportivo Cali o el Envigado.
Ya se habló en Europa y se va a empezar a hablar aquí. Los clubes que no tienen un músculo financiero externo al fútbol como inyección, están en una tremenda desventaja, que se agudizará cuando haya pasado la pandemia.
Los gigantescos salarios que se escuchan en grandes como Junior o Nacional van a tener que tener un límite. No solo por responsabilidad de cada club, sino por el bien de la competencia en el fútbol colombiano. ¡Nada volverá a ser como antes!