José Mourinho confesó que su día más triste fue cuando el Bayern Múnich eliminó al Real Madrid, en las semifinales de la Champions League.
El técnico portugués ha vuelto a ser noticia en el fútbol mundial. Esta vez es por cuenta de una entrevista concedida al diario ‘MARCA’ de España, en la que recordó su etapa como merengue. Estas fueron las palabras de Mourinho:
CUARENTENA DE MOURINHO EN INGLATERRA
«Pues la verdad es que estos días estoy viendo en casa más fútbol que nunca, analizando y aprendiendo mucho de otros equipos y entrenadores. Echo de menos el fútbol, echo de menos nuestro mundo, claro, pero ahora tenemos que ser pacientes y prudentes. Esto es una pelea que nos concierne a todos y todos debemos intervenir.
Si jugamos los nueve partidos de Liga que quedan será bueno para cada uno de nosotros, bueno para el fútbol y bueno para la Premier. Será una buena señal.
Me gusta pensar que el fútbol nunca es a puerta cerrada porque allí estarán las cámaras de televisión, y por consiguiente, habrá muchos millones de personas viéndolo. Si algún día entramos a jugar un partido en un estadio vacío, en realidad nunca estará vacío del todo».
LA LIGA DE LOS RÉCORDS
«Me resulta muy difícil decir si ese fue el punto más alto o no. Pero desde luego seguro que fue un momento muy importante porque se produjo en un periodo especial de dominio del Barcelona.
Acabar con ese dominio barcelonista y hacerlo además logrando un récord de puntos y un récord de goles como aquel lo hizo todavía más interesante y más importante, ya que lo conseguimos de la mejor manera posible. No fue sólo que ganásemos la Liga, es que lo logramos de un modo que hizo historia.
Aquella temporada el Madrid era el mejor equipo de España y también el mejor de Europa. Por eso fue tan duro para nosotros asumir la eliminación frente al Bayern en la Champions. Nos quedamos con Karanka frente a la casa, adentro del auto, llorando. Fue la única vez que lloré después de una derrota».
DUELOS DE MOURINHO CON EL BARCELONA
«Yo creo que resultó fundamental que fuimos capaces de encontrar una manera de jugar en la que éramos los mejores. Construimos una identidad de juego muy adaptada a las condiciones y a la calidad de los jugadores.
Por supuesto, también fue clave el enorme talento de todos aquellos grandes futbolistas y el entendimiento entre todos ellos en cada partido, eso me parece lo más importante. Todos estaban muy unidos, conectados por una gran ambición de ser campeones.
Nosotros sentíamos que éramos los mejores, el mejor equipo, y con esa mentalidad íbamos a jugar a Valencia, a Sevilla, al Calderón, a San Mamés o al Camp Nou. Esa motivación enorme hacía que aquellos partidos en esos campos no supusieran un factor de presión.
La suma de un grupo de gran calidad futbolística llevado al máximo de su motivación sólo podía dar como resultado un gran equipo. Y nosotros lo éramos».