El Petrolul Ploiesti, equipo de la Segunda División de Rumanía, falló tres penaltis de manera consecutiva ante el Rapid de Bucarest.
Otro fin de semana lleno de fútbol acaba de culminar. En España ganaron Real Madrid y Barcelona, en Italia la Juventus mantuvo la ventaja sobre sus rivales, en Inglaterra el Manchester City redujo la diferencia de puntos con el Liverpool y en Francia volvió a jugar el París Saint-Germain.
Hubo muchas noticias en la mayoría de países europeos, sin embargo, la que le ha dado la vuelta al mundo sucedió en la Liga II de Rumanía. El Petrolul Ploiesti igualó (0-0) con el Rapid de Bucarest, en un compromiso que quedó marcado por los tres penaltis consecutivos que falló el conjunto local.
Los presentes en el Stadionul Ilie Oana fueron testigos de un momento insólito. Todo comenzó en el minuto 71, cuando el árbitro pitó un penal a favor del Petrolul. En total fueron 8 minutos surrealistas, el portero Mihai Popa atajó, pero fue amonestado por adelantarse y se repitió el disparo.
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Cambiaron de cobrador y el portero visitante atajó de nuevo, pero recibió la segunda amarilla por adelantarse otra vez y se fue expulsado. El Rapid tuvo que meter a su segundo arquero, Alexandru Tataru, para el tercer penal. Se cobró y el balón se fue a las gradas para fallar por tercera ocasión consecutiva.
Los directivos se volvieron locos en las tribunas con los tres penaltis errados. Sus gritos de impotencia se escucharon en la transmisión del partido. No era para menos. Una acción insólita que no necesitó de mucho tiempo para hacerse viral en las redes sociales. ¡INCREÍBLE!