Luis Díaz fue expulsado por doble amarilla, en la victoria del Porto (1-2) ante el Benfica, en la final de la Copa de Portugal.
Otro fin de semana lleno de fútbol acaba de terminar. En Italia se jugó la última jornada de la Serie A, en Inglaterra el Arsenal se coronó campeón de la FA Cup y en Francia el París Saint-Germain se quedó con el título de la Copa de la Liga de Francia.
Otro que también festejó por cuenta de una Copa fue el FC Porto. Los dragones derrotaron al SL Benfica en la gran final y lograron el doblete en Portugal. El equipo de Sérgio Conceição, que semana atrás había conquistado la Primeira Liga, volvió a celebrar con los jugadores colombianos como protagonistas.
Tuvieron que pasar nueve años para que el conjunto albiazul pudiera volver a alzar la Taça, desde aquel equipo de la temporada 2010-11 con Falcao, James y Guarín. Todo pareció ponerse mucho más complicado cuando Luis Díaz vio la tarjeta roja en el primer tiempo.
El extremo guajiro confesó al final del encuentro que se sintió bastante mal por esta situación: «Fue muy difícil para mí. Después de la expulsión, estaba llorando en el vestuario, porque era difícil terminar el juego antes, especialmente porque era una final. Así que al final estaba extremadamente feliz. El equipo es lo más importante».
«¿Qué me dijeron los compañeros de equipo después de la expulsión? Todos lamentaron lo que sucedió y al mismo tiempo me dieron fuerzas, diciéndome que querían ganar el juego por mí. La expulsión le sucede a cualquiera y en cualquier momento, tengo que estar preparado para lidiar con la situación», agregó el colombiano.
Con 10 hombres, el Porto logró sacar el juego adelante gracias a los dos golazos de Chancel Mbemba y al empuje del equipo.
