Daniel Alves cree que lo que ha hecho Lionel Messi con el FC Barcelona es tan grande, que deberían poner su nombre al estadio.
El futbolista brasileño ha vuelto a ser noticia en el fútbol mundial. Esta vez es por cuenta de una entrevista concedida al programa ‘Tu diràs’ de RAC1, en la que habló de su paso por el equipo azulgrana. Estas fueron las palabras de Alves:
«Me hubiera quedado toda la vida aquí, pero me parece una falta de respeto que me quisieran echar por la puerta de atrás. Si me hubieran tratado como deberían, seguiría en el Barcelona. Rechacé mucho dinero del Real Madrid, que guste o no es un gran club, para ir al Camp Nou y no quería que me echaran, lo que quería era irme cuando yo quería.
Me quisieron dejar marchar sin haber hablado conmigo, pero cuando se quedaron sin poder fichar corrieron a ofrecerme la renovación. Me pareció una falta de respeto. Por eso no me quise despedir del Barça. No voy a desmedirme de un sitio que yo creo que es mi casa.
Yo fui a la Juve a demostrar que tenía nivel Barça. Sabía que me necesitaban y yo sabía que quería estar ahí, porque es mi casa, es lo que amo. Y se lo dije, porque sabía que no iba a seguir en la Juventus, los primeros meses ahí fueron los peores.
Volvía gratis. Tuve las pelotas para decir que el Camp Nou era mi casa y quería regresar. Ellos no tuvieron pelotas para reconocer que se habían equivocado. Lo tenía hecho con el City, pero por la familia fui a París. También me llamó Neymar. Después Guardiola no quiso fichar, fue un poco rencoroso».
Tenía una conexión brutal con Messi. Es imposible no echar de menos eso. Ahora parece que está solitario. Antes el Barcelona tenía una identidad, ahora es un club de compra-venta. Así tendrás muchos futbolistas valiosos, pero que no defenderán tu filosofía.
Está intentando cambiar su filosofía y es normal que tenga problemas. La gestión de Bartomeu se ha ido, entre comillas, prostituyendo. Quizá el presidente ha estado mal aconsejado. Para mí ahora el Barcelona no tiene ninguna filosofía. Se ha dejado influenciar, su entorno le contamina un poco.
Messi es tan grande como el escudo del Barça. Pero cuando miras alrededor y ves que todo es un desastre, es normal que quieras marchar. Lo que ha hecho es tan grande que deberían poner su nombre al estadio.
Le mandé un mensaje para que no se fuera del Barça. Cuando me querían echar del club le dije en un entrenamiento que me iba del Barça porque me iban a echar. Él me dijo: ‘No te vayas. ¿Dónde vas a estar mejor que aquí?’. Yo le repliqué esa misma frase. No me contestó, pero sé que le llegó.
Las comparaciones nunca son buenas. Normalmente tenemos referencias para poder crecer, pero nada más. Si tengo que darle un consejo a Dest es muy sencillo, que pase el balón a Messi.
Todos los jugadores que se van del Barcelona se arrepienten, el cien por cien. Pero o lo aceptas o te amargas toda la vida. Mi año de la Juventus fue el peor de mi carrera porque yo quería que eso fuera como el Barça y no lo era. Tuve que reinventarme y tirar de resiliencia. Ganar es una buena droga».