Javier Mascherano destacó que Lionel Messi le puso el pecho a la crisis deportiva del Barcelona, lo que lo hace aún más grande.
Tras varios meses en el anonimato, el ex centrocampista argentino ha vuelto a ser noticia. Esta vez es por cuenta de una entrevista concedida a ‘TYC SPORTS’, en la que habló del futuro del astro rosarino. Estas fueron las palabras de Mascherano:
«Eso son decisiones personales de él. En ese contexto no solo entra lo deportivo, también entran otros factores que pueden ser los familiares, donde el decide radicarse. Nosotros somos parte de un grupo familiar, y dentro de eso tenés hijos de determinada edad que moverlos de un lado para otro no es fácil.
Leo siempre ha manifestado de jugar en el fútbol argentino pero hay que ver si están las condiciones dadas. Es un chico muy inteligente y a la hora de decidir, ofertas no le van a faltar. Es difícil ponerse en su lugar porque él está a otro nivel.
Me imagino que en su cabeza está la Copa América y Qatar. Buscará la mejor opción para llegar de la mejor manera, no me cabe ninguna duda de eso. Está claro que eso va a jugar un rol importante.
Yo cuando pongo al Barcelona sigo viendo a ese jugador diferente. Obviamente el juego no es el mismo, pero en el plano individual de Leo sigo encontrando las mismas acciones que lo han hecho tan grande: poniéndose el equipo en la espalda.
Estuvo presente en cada uno de los partidos y creo que esa es la actitud de demostrar que sos el mejor, no cuando las cosas van bien, sino también haciéndote cargo, quizás, en un momento que no estabas acostumbrando a tener. Le puso el pecho a esta situación y no se ha borrado. Eso es un ejemplo de lo que es como deportista, y lo hace aún más grande».
«La realidad es que cuando volví de la pandemia me di un tiempo para ver cómo me sentía y ya había hablado un poco con el club para retirarme a fin de año, ya lo tenía decidido pero el momento de decisión fue tras el partido. Vi que no vivía la profesión como la había vivido antes, sentí que ya me costaba tuve sensaciones raras en el partido a la hora de competir.
Cuando terminó el partido llegué al vestuario y pensé ‘para qué seguir alargando esto si ya no es lo que siento’. No tiene sentido faltarle el respeto al club, a mis compañeros o al entrenador si no puedo dar el 100%.
Está claro que me estaría equivocando yo si pretendía poder competir en las mismas condiciones que un chico de 20 años. Físicamente es imposible, lo que te da la posibilidad de la experiencia es saber solucionar ciertas jugadas o sobrepasar ciertos momentos de una mejor manera, pero competir físicamente con un chico de 18 ó 19 años, es imposible.
Pero no tenía que ver con eso, sino con el hecho de decir que no le estaba dando el 100% a algo que para mi hay que vivirlo así. Durante toda mi carrera fue una elección de vida y ya tener la sensación de que algunas cosas me dieran lo mismo, no me gustaba. Ese fue el punto de quiebre.
Era por sensaciones mías, quizás me hubiese gustado que fuese de otra manera, pero a veces uno no elige el final. Yo vivo las cosas de manera natural y no me gusta forzar las cosas. No creo en los finales de película, sentí que era el momento y no me arrepiento».