Andriy Shevchenko recordó algunos aspectos que marcaron su infancia, como la tragedia de Chernóbil y la muerte de sus amigos.
El entrenador ucraniano ha vuelto a ser noticia en el fútbol mundial. Esta vez es por cuenta de una entrevista concedida al diario ‘Corriere Della Sera’ de Italia, en la que presentó su nuevo libro ‘La mia vita, il mio calcio’. Estas fueron las palabras de Shevchenko:
ACCIDENTE NUCLEAR
«Espero no sorprender a nadie si digo que todo me parecía normal. Yo tenía diez años. Me divertí como un loco jugando al fútbol en todas partes, me llevaron a la academia del Dynamo de Kiev, pero luego explotó el reactor 4 y nos llevaron a todos.
Aún siento angustia, llegaron autobuses de la URSS y nos llevaron a todos los niños entre 6 y 15 años. Me vi a 1.500 kilómetros de casa y recuerdo vivirlo como si estuviese en una película. No estuvo mal vivir en la URSS, mucha escuela y mucho deporte por todos lados. Era un país cerrado que te hacía ser cerrado».
AMIGOS DE LA INFANCIA
«En mi barrio empecé a tener cada vez menos. Murieron todos, no por la radiación, sino por alcohol, drogas, problemas con armas. Las grietas en el muro de la URSS eran cada vez más grandes. El mundo que conocíamos se derrumbaba y mis amigos, como toda mi gente, ya no creían en nada y se perdieron. El amor de mis padres y el fútbol me salvaron».
«Sigue siendo parte de mi vida, estuvo a mi lado en una época difícil. Era algo más que un maestro severo. Recuerdo que nos ordenaba hacer decenas de repeticiones de lo que llamábamos ‘Escalada de la Muerte’, con pendientes del 16%. El que no vomitaba, no jugaba de titular. Era duro, pero íntegro, y aprendimos mucho de él».
FINAL DE ESTAMBUL
«La herida sigue sangrando, me molesta que dijesen que nos dejamos llevar por la euforia. Maldini dijo al descanso que tuviésemos cuidado. Los primeros meses posteriores a la final me despertaba gritando en mitad de la noche pensando en ello.
Ahora que soy entrenador pienso en esos minutos en los que nos marcaron 3 goles. No es una crítica a Ancelotti, pero yo habría parado el juego, cambiado a alguien».