José Mourinho cree que ha sido víctima de sí mismo, al vender la idea errónea de que ganar es lo único que sirve en el fútbol.
El técnico portugués ha vuelto a ser noticia en el fútbol mundial. Esta vez es por cuenta de sus testimonios en el libro ‘Manténganse locos y hambrientos’, escrito por Joao Gabriel. Mourinho dejó ver su lado más humano y dijo lo siguiente:
FILOSOFÍA
«He sido un poco víctima de mí mismo; si pudiera, sería una de las cosas que no repetiría. Porque gané, gané y gané, y entré en una dinámica en la que no ganar parecía el fin del mundo. Yo mismo, por mi personalidad, fomenté un poco eso de que el entrenamiento, el partido, el trabajo es para ganar, ganar y ganar; y luego, cuando llegué a situaciones donde era muy difícil ganar, lo que para otros entrenadores es algo aceptable en mi caso siempre era insuficiente. No ganar era un fracaso, ¡y eso no es cierto!».
PERSONALIDAD
«Siempre les dije a los jugadores: en mí encontrarán un tipo honesto. Al tipo que te dice la verdad, que te dice las cosas que quieres y las que no quieres oír. Algún día podrán decir que soy un mal entrenador, que fui un cabrón, pero nadie podrá decir que no fue serio y honesto. No se puede diferenciar por el estatuto de los jugadores».
JUGADORES
«No me gusta la palabra criticar, me gusta la palabra coaching. Estoy entrenando, corrigiendo, guiando, pero sé que, no importa lo que piense, para los jugadores eso es crítica. Pero si renuncias a tu cargo, entonces será mejor que hagas tu maleta y te vayas, porque no estás haciendo nada allí. Siempre lo he visto de esa manera».
«Para mí las conferencias de prensa son lugares de trabajo, y siempre opto por dos o tres ideas clave que son lo que yo llamo ‘tabla de salvación’, a la que te vas a aferrar para transmitir lo que crees que es importante en ese momento y para ese partido.
Pero siempre hay preguntas que no esperas, algunas totalmente sorprendentes, y es la inteligencia emocional la que te obliga a reaccionar rápido, a tener una respuesta. En estas situaciones, en algunos casos se traspasan los límites».
VILANOVA
«Yo fui el que falló, no debería haber hecho lo que hice. Claro que no, la imagen negativa se queda para siempre. Tito no tuvo nada que ver con eso. Lo siento por él. El Barcelona era bueno jugando, pero mejor al condicionar al rival y al manipular decisiones y percepciones».
FUTBOLISTA
«Conocía mis limitaciones, porque no era rápido y la velocidad es clave en el fútbol. Lo que me destacaba de los demás era la capacidad para leer y analizar equipos. Podía ver cosas que otros no veían, pero si no hubiera sido jugador mi formación como entrenador hubiera sido más pobre.
Ser el hijo de mi padre también fue muy importante, porque crecí con acceso a espacios prohibidos. ¿Quién es el niño que está en un vestuario en el descanso de un partido de la liga principal? ¿Quién es el niño que escucha la charla del entrenador? ¿Quién es el niño que, ya un poco mayor, ve a su padre ser despedido durante el almuerzo de Navidad de la familia?».