Yaw Yeboah, reconocido a partir de ahora como el jugador más individualista del mundo, marcó uno de los mejores goles del año. Lo hizo en la victoria del Wisla Cracovia (1-3) sobre el Górnik Leczna, en la jornada 5 de la Liga Ekstraklasa de Polonia.
El extremo ghanés amplió la ventaja de su equipo con una obra de arte. Recibió el balón al borde del área, tiró un sombrero y un par de amagues, hasta que llegó al área chica. Siguió regateando rivales en su camino, amontó a los defensas y definió entre las piernas del portero. Un golazo que podría competir por el Premio Puskás, especialmente después de que la propia FIFA lo compartiera en sus redes sociales.