Insólito gol en la tercera división de Inglaterra. Bailey Peacock-Farrell se olvidó de los rivales y Macauley Bonne le robó la pelota. El delantero del Ipswich Town esperó varios segundos detrás del arquero del Sheffield Wednesday, hasta que soltó el balón.
Los aficionados se mantuvieron en silencio durante estos segundos y comenzaron a vibrar cuando el atacante le robó el esférico al portero. La ‘picardía’ surtió efecto y los locales pudieron empatar el partido en el último minuto. Una insólita acción que dejó en ridículo a toda la defensa de los visitantes.