La FIFA tendrá que tomar una decisión después de que el partido entre Brasil y Argentina fuera suspendido por las autoridades.
El escándalo que abrió la jornada 6 de las Eliminatorias Sudamericanas apenas está comenzando. Lo que inició con el intento de captura de cuatro jugadores argentinos, continúa a estas horas en las oficinas de la Federación Internacional de Fútbol Asociación.
Conmebol emitió un comunicado horas después de la polémica, pero la realidad es que la decisión final corresponde a la FIFA. Obviamente porque el partido entre Brasil y Argentina correspondía al torneo clasificatorio para el Mundial de Qatar 2022, que es organizado por la FIFA.
Cualquier cosa que haga la FIFA será criticada. Ahora mismo, está casi descartado que el partido se repita porque ya no hay fechas. La discusión aquí es si esta causa (el supuesto protocolo sanitario de Brasil) es de «fuerza mayor» o no. A partir de ahí, la FIFA puede hacer repetir el partido o dárselo por ganado a los argentinos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que Conmebol y FIFA respaldaron en las horas previas a los argentinos en la posible deportación de sus cuatro jugadores. Ambos entes consideraron que la burbuja que protege a todas las selecciones era motivo suficiente para que Argentina no deportara a sus futbolistas. Reglamentariamente, Argentina estaba totalmente legalizada y habilitada y por eso se comenzó el partido.
La AFA está convencida de que FIFA le dará los tres puntos. El equipo se retiró cuando el árbitro suspendió el encuentro. Y el motivo fue externo, en absoluto achacable a la Selección Argentina.
Los argentinos, además, creen falso el argumento de que los cuatro jugadores implicados falsificaron sus folletos de entrada al país. Ninguno declaró falso el hecho, cierto, de que sí habían estado en Inglaterra en los últimos 14 días, pues Lo Celso, Martínez, Romero y Buendía juegan allí.
La CBF, por su parte, lamentó lo ocurrido, a la vez que resuelve que la decisión de parar el choque fue de las autoridades de su país, y que en ningún momento su presidente en funciones, Ednaldo Rodrigues, ni nadie de su staff, decidieron suspender el choque.
La CBF quiere resaltar que no fue una decisión deportiva, y sí gubernamental, de su Gobierno, por lo que espera que no haya ninguna sanción deportiva contra su Selección. La FIFA, en fin, tiene un papel difícil. La pregunta es: ¿Qué pasará?