Diego Maradona es uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Fue catalogado por algunos medios como el mejor jugador de la historia de la Copa Mundial y elegido por la FIFA como el mejor jugador del Siglo 20. Jugó en algunos de los mejores equipos del mundo, aunque sus mayores hazañas las logró con los clubes menos reconocidos y con la Selección de su país.
El argentino también es bastante recordado por su personalidad extravagante, temperamental y carismática, y por su problemática vida fuera del fútbol. Fue suspendido dos veces por dopaje y estuvo envuelto en varios problemas legales durante la mayor parte de su carrera. Incluso, su reciente muerte ha generado muchas polémicas hasta el sol de hoy.
Aun así, Maradona es considerado uno de los personajes más relevantes de la República Argentina, una de las figuras más importantes del fútbol mundial y un ser supremo, es decir, un Dios. Esta es su increíble historia:
Diego Armando Maradona nació en Lanús Oeste el 30 de octubre de 1960. Fue el quinto de ocho hijos, y el primer varón, del matrimonio entre Diego Maradona y Dalma Franco. Sus hermanos Raúl y Hugo también fueron futbolistas.
Su familia estaba afincada en Villa Fiorito y fue en un potrero de esta zona, denominado ‘Las Siete Canchitas’, donde desarrolló su juego.
Su primer contacto con el fútbol se produjo en 1969, cuando realizó la prueba para entrar en las divisiones inferiores del club Argentinos Juniors. ‘Los Cebollitas’ era el nombre del equipo creado por Francisco Cornejo para disputar los Juegos Nacionales Evita de 1973 y 1974. El equipo ganó ese torneo y el campeonato de la 8.ª división en 1974, con un invicto de 136 partidos.
Diego fue la gran figura de su equipo, por lo que el 28 de septiembre de 1971, con solo 10 años, apareció por primera vez en el diario ‘Clarín’. La nota decía que «había un pibe con porte y clase de crack», aunque lo llamaban «Caradona». También comenzó a ser conocido por los simpatizantes de Argentinos Juniors, ya que durante el entretiempo de los partidos de la Primera División los entretenía haciendo malabares con la pelota.
El debut de Maradona como futbolista profesional se produjo el 20 de octubre de 1976, con 15 años de edad, en un partido del Campeonato Nacional ante Talleres. Diego era suplente, y en el entretiempo el entrenador Juan Montes, le pidió que entrara y realizara un ‘caño’. Ingresó con la camiseta número 16, como reemplazante de Rubén Giacobetti, y en la primera jugada que participó le hizo un caño a uno de los defensas. En referencia a esa tarde, Maradona dijo: «ese día toqué el cielo con las manos».
Al mes siguiente, más precisamente el 14 de noviembre, ya con 16 años, convirtió sus primeros goles en un partido frente a San Lorenzo. Se los hizo al arquero Rubén Lucangioli.
En 1977 Maradona se consolidó en la alineación titular del equipo e hizo una gran temporada para ‘El Bicho’, jugando 49 partidos y anotando 19 goles, a la par de su debut oficial con la Selección Argentina. Para inicios de 1978, Diego se perfilaba para ser uno de los convocados al Mundial que se celebraba en Argentina. Sin embargo, el 19 de mayo de 1978, el seleccionador César Luis Menotti no lo incluyó en su lista final.
Dos días después, Diego disputó un partido con Argentinos ante Chacarita, donde anotó dos goles y le concedieron un penal. En el vestuario, declaró lo siguiente:
«Lo de hoy no es una revancha para mí. De ninguna manera. El señor Menotti creyó que yo era el cuarto 10 y me tuve que ir. Yo respeto su posición porque él es el técnico, pero eso no quiere decir que la comparta. Cuando me comunicaron que quedaba desafectado me dolió muchísimo».
Durante el verano del 78, Diego Maradona estuvo muy cerca de ser traspasado al Sheffield United. El nuevo entrenador del equipo inglés, Harry Harlem llegó a un acuerdo con Argentinos por 400.000 libras. Pero, el director del club, John Hassel, rechazó el trato, diciendo: «No hay jugador de 18 años que valga 400.000 libras».
El 1979 de Maradona lo consagró como la máxima figura del fútbol argentino, distinguido principalmente por sus primeros éxitos en la Selección Argentina al ganar el Mundial sub-20 de Japón (donde fue elegido el mejor jugador del torneo), disputar la Copa América y marcar su primer gol con la Selección mayor, frente a Escocia en Glasgow. Diego ganó el Premio Olimpia al Futbolista Argentino del Año y el Olimpia de Oro al Deportista Argentino del Año, marcando un total de 26 goles en 26 partidos disputados.
Siguió progresando y al año siguiente tuvo su mejor temporada en Argentinos Juniors. Se convirtió en el único jugador en la historia de la Primera División de Argentina en ser el máximo goleador del torneo en 5 ocasiones seguidas; el 14 de septiembre anotó su gol 100 como profesional ante San Lorenzo; y le marcó 4 goles a Hugo Gatti en un partido contra Boca Juniors.
La última vez que se lo vería a Diego con la camiseta del Bicho fue el 4 de febrero de 1981, en un amistoso ante Villa Dálmine.
Aunque ‘El Pelusa’ ya había recibido ofertas para jugar en otros clubes, entre ellos el América de Cali, fue en 1981 que decidió a abandonar Argentinos Juniors debido a sus constantes peleas con la directiva. La oferta más importante la había realizado River Plate, pero finalmente fue cedido a préstamo por un año y medio a Boca Juniors, un club que pasaba por una mala situación económica y no se encontraba en condiciones de comprar su pase.
El contrato se firmó el 20 de febrero y debutó dos días después, nuevamente frente a Talleres. Maradona, que jugó ese partido infiltrado porque acarreaba una molestia muscular en su pierna derecha, marcó dos goles en su estreno. El 10 de abril jugó su primer superclásico frente a River, en La Bombonera. Anotó un golazo y se echó al bolsillo a los hinchas del xeneize.
En sus primeros meses en Boca, Diego tuvo varios inconvenientes. La relación con Silvio Marzolini, al igual que con muchos de los entrenadores que lo dirigieron, no era del todo buena. Aparecieron los malos resultados y las presiones de los hinchas. Aun así, pudieron conquistar el Campeonato Nacional, que es el único título conseguido por Diego Maradona en el fútbol argentino.
En 1981 tuvieron un año para el olvido, por lo que en 1982 Armando jugó sus últimos encuentros en Boca, en el Torneo de Verano, antes de concentrarse durante cuatro meses con la Selección Argentina para el Mundial de España. Su último partido fue el 6 de febrero frente a River y finalizó con una derrota. Se marchó de Boca Juniors jugando 40 partidos y convirtiendo 28 goles.
Antes de su primera Copa del Mundo, el pase de Maradona al FC Barcelona ya se había concretado, por lo que en España existía mucha expectativa por el rendimiento del jugador argentino. Desafortunadamente, ‘La Albiceleste’ debutó con derrota (1-0) ante Bélgica.
Luego, venció (4-1) a Hungría (en ese partido Diego convirtió sus dos primeros goles mundialistas) y (2:0) a El Salvador, por lo que clasificó a la segunda ronda. Pero, en ésta fue derrotada por Italia (2-1) y por Brasil (3-1). Maradona fue expulsado en el segundo partido tras pegarle una violenta patada a Batista y Argentina quedó eliminada del Mundial.
Después de ese inesperado fracaso, se oficializó su venta al Barcelona. El club catalán pagó 1.200 millones de pesetas por su pase. Maradona apareció por primera vez con la camiseta azulgrana el 3 de agosto de 1982, en un amistoso contra el SV Meppen. El primer partido oficial fue el 4 de septiembre de 1982, donde, pese a que convirtió un tanto, su equipo cayó (2-1) con Valencia.
En diciembre de 1982, habiendo disputado 13 partidos de la Liga y marcado 6 goles, se le detectó una hepatitis, por lo que debió abandonar las canchas por 4 meses. Cuando Diego regresó su compatriota César Menotti era el nuevo entrenador del equipo. Juntos ganaron en 1983 la Copa del Rey y la Copa de la Liga; en ambas finales vencieron al Real Madrid con goles de Maradona.
La siguiente temporada fue bastante mala para el argentino. El 24 de septiembre de 1983 se fracturó el tobillo después de una dura entrada de Andoni Goikoetxea, por lo que estuvo casi 4 meses fuera de las canchas.
Se recuperó y logró ayudar al Barcelona a clasificar nuevamente a la final de la Copa del Rey. El rival era el Athletic Club, lo que supuso un nuevo choque entre Goikoetxea y Maradona. Los vascos se quedaron con el título, pero lo peor llegó al final del encuentro.
Tras el pitazo del árbitro, Diego agredió a Miguel Sola. Los jugadores de ambos equipos se trenzaron en una batalla campal, con puñetazos y patadas incluidas, ante los ojos de todos los espectadores. Días después del escándalo varios jugadores fueron fuertemente sancionados: la Federación Española de Fútbol impuso a Diego Maradona una sanción de 3 meses sin poder jugar.
Esa suspensión, sumada a la mala relación que tenía con las directivas, pusieron fin a la etapa del argentino como azulgrana. Diego abandonó el Barcelona después de jugar 58 partidos y marcar 38 goles. Como si fuera poco, fue en Cataluña donde tuvo su primer contacto con las drogas. Él mismo, en su autobiografía, confirma que su relación con la droga comenzó en esa época.
Pese a ello, ‘El Pelusa’ seguía siendo un jugador codiciado por los mejores equipos del mundo. Nunca le faltaron ofertas. Motivo por el que el 29 de junio de 1984, se anunció su traspaso al Napoli por 8 millones de euros y 4 años de contrato. La presentación fue el 5 de julio de 1984, en un Estadio San Paolo que contó con la asistencia de 80 mil hinchas, en la que se estima que fue una de las presentaciones más grandes de la historia del fútbol.
Su debut en la Serie A se produjo el 16 de septiembre contra el Verona, en una derrota (3-1). Esa temporada, que no fue del todo buena para los napolitanos, aunque Diego marcó 14 goles.
La siguiente campaña el Napoli tuvo un mejor rendimiento, pero no Maradona, quien sólo anotó 11 tantos. El argentino se marchó con su selección al Mundial de México 1986, donde se dividió en dos su historia, la de Argentina, la del Napoli y la del fútbol en general.
En su segunda Copa del Mundo, Diego Armando Maradona fue dirigido por Carlos Salvador Bilardo, quien reemplazó a Menotti tras el fracaso en España 82. Diego estuvo casi 3 años sin jugar con ‘La Albiceleste’ por decisión del nuevo entrenador, que prefirió convocar solamente a jugadores del medio local. Finalmente, lo llamó para disputar las Eliminatorias y, como no, ser protagonista en la clasificación de su país.
Ya en la fase de grupos del Mundial, Argentina derrotó a Corea del Sur (3-1) y a Bulgaria (2-0), y empató con Italia (1-1) con gol de Diego; terminó líder de su grupo y en octavos de final venció a Uruguay (1-0); en los cuartos de final superó a Inglaterra (2-1) en el partido más recordado de la carrera de Maradona. El partido, jugado el 22 de junio en el Estadio Azteca, contó con dos de los goles más recordados en la historia de los mundiales, conocidos popularmente como el ‘Gol del Siglo’ y la ‘Mano de Dios’. Ambos logrados por el ‘Pibe de Oro’.
Ya en semifinales, ‘La Albiceleste’ se impuso sobre Bélgica (2-0) con otro doblete de Diego. Se clasificó a la final, que se jugó nuevamente en el Azteca, contra Alemania Federal el 29 de junio. Pese a que Maradona no marcó ese día, terminó levantando la Copa del Mundo gracias al triunfo de su país (3-2). Diego Maradona se consagró en el Mundial de México 86, convirtiendo 5 goles y dando 5 asistencias en los 7 partidos que disputó.
Un desempeño que ha sido catalogado como la mejor actuación individual de un futbolista en toda la historia del torneo.
Al regresar del Mundial en México, Maradona inició una excelente temporada con el Napoli. Consiguieron el primer Scudetto de la historia de la institución, y además ganaron la Copa de Italia. Diego fue el máximo artillero del torneo con 10 goles, lo que significó su paso a la inmortalidad de la institución napolitana.
Los títulos conseguidos con Argentina y con el Napoli volvieron a llenar de ofertas a Maradona. Sin embargo, renovó su contrato hasta 1993, con un sueldo de 5 millones de dólares anuales. Se quedó porque quería seguir haciendo historia y lo consiguió. En la temporada 1988-89 le dio al club italiano su primer título internacional: la Copa UEFA. La alegría de los hinchas azurri no paró, ya que en la siguiente campaña ganaron su segundo Scudetto y la Supercopa de Italia.
Con todos estos trofeos en su palmarés llegó Diego al Mundial de Italia 1990. Tras la consagración en México 86, la selección argentina no había podido mantener la supremacía futbolística. En la Copa América de 1987 había obtenido el cuarto puesto, mientras que en la de 1989 quedó en tercer lugar. Pese a ello, lograría llegar por segunda vez consecutiva a la final de la Copa del Mundo.
Los gauchos terminaron terceros de su grupo luego de perder con Camerún (1-0), derrotar a la Unión Soviética (2-0) y empatar con Rumania (1-1). En los octavos de final superaron a Brasil (1-0), en cuartos eliminaron a Yugoslavia por penales y en la semifinal vencieron a Italia, también en penaltis. Argentina daba señales de no estar en su mejor forma y por eso cayó ante Alemania Federal (1-0) en la disputa por el título.
La actuación de Diego tampoco fue la mejor, en gran parte porque recibió un fuerte golpe en el tobillo y tuvo que jugar infiltrado varios partidos.
Volvió a Nápoles para encarar la que sería su última temporada con los azurri, ya que dio positivo en un control antidopaje por primera vez en su carrera, el 17 de marzo de 1991, tras el partido ante el AS Bari. La Federación italiana le impuso una sanción que lo alejaría de los estadios durante 15 meses.
Maradona decidió volver a Argentina el 1 de abril, y se instaló en Buenos Aires. El 26 de ese mismo mes un operativo policial allanó su departamento y fueron halladas drogas en su poder, por lo que fue detenido por la policía. Si bien no se le inició un proceso penal, la jueza Amelia Berraz de Vidal le ordenó someterse a un tratamiento de rehabilitación. La justicia italiana lo condenó, en septiembre de 1991, a 14 meses de prisión en suspenso por tenencia de estupefacientes.
El 1 de julio de 1992 vencía la suspensión de 15 meses impuesta por la FIFA y su pase estaba todavía en poder del Nápoles, club que buscaba su reincorporación al plantel. Pero Maradona quería alejarse de Italia, quería jugar para un club que no tuviera grandes exigencias deportivas. Estuvo en conversaciones con el Sevilla y el Marsella, inclinándose finalmente por el primero, quien pagó 5,7 millones de euros por su traspaso.
Debutó oficialmente con el conjunto andaluz el 4 de octubre de 1992, en partido correspondiente a la quinta fecha de la Liga. Curiosamente, el rival fue el Athletic, el mismo club ante el que había jugado su último partido en el fútbol español ocho años antes.
A pesar del buen inicio de temporada, Diego empezó a tener problemas con los directivos debido a sus constantes salidas nocturnas y faltas a entrenamientos. Esto provocó que el equipo contratara un detective, quien seguía sus actividades fuera del campo. Como si fuera poco, ‘El Pelusa’ se resintió de una antigua lesión en la rodilla y tuvo que jugar infiltrado varios partidos. En uno de ellos, frente al Real Burgos, se enojó por ser sustituido e insultó al entrenador Carlos Bilardo. En total, disputó 29 encuentros, marcó 6 goles y dio 9 asistencias en su segundo paso por España.
Desafortunadamente para él, su mal momento con el club se trasladó también a la Selección Argentina. El director técnico, Alfio Basile, no lo convocó ni para la Copa América de Ecuador 1993 ni para las Eliminatorias al Mundial de Estados Unidos 1994. Debido al clamor popular, el entrenador se vio obligado a llamarlo para disputar el repechaje ante Australia, que finalmente ganaron (2-1).
En 1993 se produjo su vuelta al fútbol argentino, esta vez con la camiseta de Newell’s Old Boys. El 13 de septiembre llegó el primer entrenamiento y 40.000 personas se habían reunido a verlo, en medio de una fiesta organizada por el entrenador Jorge Raúl Solari. La cosa pintaba bien, sin embargo, un desgarro y un cambio de entrenador opacaron su etapa con los rosarinos.
A comienzos del año siguiente, Maradona, ya sin equipo, agredió con un rifle de aire comprimido a un grupo de periodistas y fotógrafos que hacían guardia en la puerta de su casaquinta ubicada en Moreno y por este hecho fue condenado, tiempo después, a 2 años de prisión en suspenso y a indemnizar a los periodistas agredidos.
Pese al incidente, representó por cuarta vez a su país en la Copa del Mundo.
Argentina goleó a Grecia (4-0) -en ese partido Maradona marcó su último gol en los mundiales- y venció a Nigeria (2-1) -en ese encuentro Diego tuvo que pasar por el control antidopaje-. En los análisis se le detectaron cinco sustancias prohibidas: efedrina, norefedrina, seudoefedrina, norseudoefedrina y metaefedrina, por lo que fue suspendido por 15 meses, y tuvo que abandonar la concentración argentina.
Fue en esta ocasión cuando dijo su famosa frase «me cortaron las piernas». El partido contra Nigeria, en Boston, fue el último disputado por Diego con la Selección Argentina, jugando un total de 91 encuentros y anotando 34 goles.
La selección, afectada considerablemente por la pérdida de su máxima estrella, cayó ante Bulgaria (2-0). Aun así, se clasificó a los octavos de final, donde fue eliminada por Rumania (3-2), con gol de Gheorghe Hagi, que era apodado ‘el Maradona de los Cárpatos’.
Debido a la sanción que tuvo durante toda la temporada 1994-95, el sueño de Maradona para su vuelta al fútbol era ser técnico y jugador de Boca Juniors. Una vez firmado el contrato que sellaba su regreso al xeneize, Maradona comenzó a ponerse en forma para el día del debut. Su regreso oficial fue en Seúl el 30 de septiembre, en un partido contra la Selección de Corea del Sur que Boca ganó (2-1).
Pese a la gran expectativa que había, la segunda etapa de Diego en Boca no fue del todo buena. Lo más destacado que hizo fue liderar la campaña ‘Sol sin drogas’, organizada por el gobierno argentino. «La campaña Sol sin drogas la hago por los chicos. La droga existe en todos lados y yo no quiero que la agarren los pibes. Tengo dos nenas y me pareció que era bueno decir todo esto, una obligación de padre… Fui, soy y seré drogadicto».
A pocos días de dejar la actividad, Maradona viajó a Suiza para internarse en una clínica que lo ayudaría con su adicción a la cocaína. Volvió a Buenos Aires y el 21 de abril firmó el contrato que selló su segundo regreso a Boca Juniors. El 24 de agosto jugó el partido en el que Boca derrotó a Argentinos Juniors (4-2). Luego del mismo fue sorteado para realizarse el control antidopaje, que finalmente daría positivo por la presencia de benzoitilecgonina y metilecgonina, metabolitos de la cocaína.
A pesar de encontrarse habilitado para jugar, en un partido frente a Colo-Colo por la Supercopa sufrió una lesión que lo mantendría en inactividad durante varios días. Volvería a jugar recién el 25 de octubre de 1997, en el partido que Boca Juniors derrotó como visitante a River Plate (2-1), siendo reemplazado en el entretiempo por Juan Román Riquelme. Ese sería además su último partido oficial, ya que anunció su retiro del fútbol profesional el mismo día de su cumpleaños número 37.
En marzo de 1998 surgió la posibilidad de que volviera a jugar, esta vez para el club All Boys dirigido por Sergio Batista. Sin embargo, Maradona terminó rechazando esta oportunidad. Así llegó el final de su etapa como jugador profesional, en la que disputó 704 partidos, anotó 359 goles, dio 258 asistencias y ganó 12 títulos, además de más de 40 premios individuales.
El 10 de noviembre del 2001, Maradona decidió jugar su partido de despedida, en La Bombonera, ante 60.000 hinchas. Ese día estuvo acompañado de grandes leyendas del fútbol mundial y regaló uno de los discursos más emotivos de todos los tiempos:
«No sé con qué pagarles, de verdad. Yo traté de ser feliz jugando al fútbol y hacerlos felices a todos ustedes. Creo que lo logré y, la verdad, que hoy no me lo esperaba porque esto es demasiado, demasiado para una persona, demasiado para un jugador de fútbol. Les agradezco con mi corazón. El fútbol es el deporte más lindo y más sano del mundo. Eso no le quepa la menor duda a nadie. Porque se equivoque uno, no, no tiene que pagar el fútbol. Yo me equivoqué y pagué. Pero… pero la pelota no, la pelota no se mancha», expresó entre lágrimas.
Después de alejarse del fútbol profesional, Maradona se dedicó a diferentes actividades como ser comentarista deportivo, vicepresidente de Boca Juniors y conductor de televisión. Además participó en numerosos partidos de fútbol benéficos, y fue invitado de lujo en eventos de diversos deportes como baloncesto, boxeo, rugby y tenis, entre otros. Desafortunadamente, esta etapa de su vida se vio afectada por graves problemas de salud causados por su adicción a las drogas, lo que lo llevó a realizar, con mayor o menor éxito, largos procesos de rehabilitación tanto en Argentina como en Cuba.
Por ejemplo, en enero del 2000 Diego fue internado en un hospital, mientras estaba de vacaciones en la ciudad uruguaya de Punta del Este. Ingresó a la clínica con una crisis hipertensiva y un cuadro de arritmia ventricular. «Si no lo internábamos, se moría en unas horas. Dejaba de respirar durante lapsos de cinco o seis segundos», confesó al respecto, muchos años después, Jorge Romero, el médico que lo atendió en Uruguay.
En 2003, Diego Maradona finalizó dos de sus relaciones más importantes: con su esposa Claudia Villafañe y con su representante y amigo Guillermo Cóppola.
En abril de 2004 volvió a sufrir un importante problema de salud y fue internado en la Clínica Suizo-Argentina de Buenos Aires. Los problemas cardíacos de Diego eran agravados por su adicción a las drogas, por lo que, luego de que su salud se estabilizó, fue internado en la clínica neuropsiquiátrica ‘Del Parque’ para iniciar un tratamiento de desintoxicación.
Debido a sus excesos con las drogas y la comida, ‘El Pelusa’ aumentó considerablemente de peso alcanzando los 120 kilos en febrero de 2005. Razón por la que en marzo de ese mismo año se sometió a una cirugía bariátrica en Cartagena, Colombia, para el control de la obesidad. Gracias a la cirugía y a una estricta dieta, bajó en pocos meses más de 50 kilos.
Superados sus problemas de sobrepeso se encargó de conducir un programa de televisión que fue emitido por Canal 13 en agosto de 2005. Se llamaba ‘La noche del 10’ y en él se dio el lujo de entrevistar grandes personalidades, entre las que se destacan el futbolista Pelé, el político Fidel Castro y el boxeador Mike Tyson.
Sin embargo, el 28 de marzo de 2007 fue internado nuevamente por sus excesos con las bebidas alcohólicas. Se le diagnosticó una «hepatitis química, aguda y tóxica», por lo que tuvo que permanecer allí hasta el 21 de abril, día que decidió internarse en la clínica psiquiátrica Avril, para tratar su adicción al alcohol.
Los problemas de salud y de adicción de Diego comenzaron en su etapa como jugador, pero lo acompañaron también en su carrera como entrenador. Precisamente, la primera experiencia de Maradona en los banquillos se dio tras la sanción por dopaje impuesta en el Mundial de 1994. Como no podía jugar, decidió entrenar.
Fue contratado como técnico del Deportivo Mandiyú, en una dupla junto a Carlos Fren. Dirigió 12 partidos en los que consiguió 1 triunfo, 6 empates y 5 derrotas.
Igual de efímero fue su paso por Racing de Avellaneda, en el que estuvo solo 4 meses. Dirigió 11 partidos en los que cosechó 2 triunfos, 6 empates y 3 derrotas. Tuvieron que pasar 13 años para que ‘El Pelusa’ regresara a los banquillos. En octubre de 2008, tras la renuncia de Alfio Basile, Diego Maradona fue presentado como nuevo director técnico de la Selección Argentina.
Su debut se produjo el 19 de noviembre de 2008, en la victoria de Argentina (1-0) sobre Escocia; y su debut oficial se produjo el 28 de marzo de 2009, en la goleada (4-0) ante Venezuela, por las Eliminatorias al Mundial de Sudáfrica 2010. Pese a iniciar con el pie derecho, los siguientes tres partidos fueron tres duras derrotas: (6-1) ante Bolivia en La Paz, (1-3) ante Brasil en Rosario y (1-0) ante Paraguay. Pese a ello, se mantuvo en el cargo y logró clasificar al equipo de su país a la Copa del Mundo.
Ya en la fase de grupos del certamen global, se impuso (1-0) sobre Nigeria, (4-1) sobre Corea del Sur y (2-0) sobre Grecia. En los octavos de final superó a México (3-1), pero en los cuartos fue goleado y eliminado por Alemania (4-0). Ese fue el último partido que dirigió a la Selección Argentina, ya que la AFA decidió no renovarle el contrato. Curiosamente, Diego convocó a un total de 108 jugadores durante los 24 partidos que estuvo al frente de ‘La Albiceleste’.
Pese a que los medios en varias ocasiones pusieron en duda las capacidades de Maradona como entrenador, las ofertas nunca le faltaron.
Se dio el lujo de elegir y por eso viajó a los Emiratos Árabes Unidos, más precisamente a la ciudad de Dubái, para hacerse cargo del Al Wasl. Firmó un contrato por 2 años y recibió 34,5 millones de dólares. Sin embargo, solamente estuvo al frente del millonario club durante 23 partidos, en los que consiguió 11 victorias, 3 empates y 9 derrotas.
Se quedó varios años sin dirigir, hasta que el 7 de mayo de 2017, fue confirmado como técnico del Al Fujairah de la Segunda División de los Emiratos Árabes. Tras no obtener el ascenso directo a la Primera División, se marchó del equipo. Meses más tarde, fue presentado como el nuevo presidente del Dinamo Brest de Bielorrusia. Sumando así una faceta más a su extensa hoja de vida.
Pero esta nueva experiencia como directivo tampoco duró mucho, razón por la que volvió a ser contratado como entrenador. En septiembre de 2018, se hizo cargo del Dorados de Sinaloa, en la segunda categoría del fútbol mexicano. Hizo una buena campaña (18 triunfos, 10 empates y 7 derrotas) pero no consiguió el anhelado ascenso. El 13 de junio de 2019 se comunicó que Diego dejaba el equipo de Culiacán para enfocarse en sus lesiones de hombro y rodillas, estas últimas afectadas por una artrosis que llegó a impedirle caminar.
Maradona había prometido enfocarse en su salud, pero las propuestas que recibió de varios equipos argentinos lo hicieron cambiar de opinión. El 5 de septiembre de 2019 fue confirmado como nuevo entrenador de Gimnasia y Esgrima, para intentar salvarlo del descenso a la Segunda División.
Consecuentemente con el fanatismo que siempre despertó Maradona en Argentina, el club amplió notablemente su número de socios y, por ende, el número de hinchas que asistían a los partidos.
Diego debutó contra Racing, el actual campeón del torneo, el 15 de septiembre del 2019. En todos y cada uno de los compromisos que disputó Gimnasia, Maradona fue homenajeado por los aficionados rivales. Una muestra de lo que significaba para todo el país.
El 30 de octubre de 2020 y coincidiendo con su cumpleaños número 60, Diego Armando Maradona hizo su última aparición en una cancha de fútbol dirigiendo a su equipo en la derrota (3-0) ante Patronato. En total, cerró su carrera como director técnico con 140 partidos, en los que logró 67 triunfos, 31 empates y 42 derrotas; para un rendimiento del 55,24%.
Sus números son bastante llamativos, especialmente si tenemos en cuenta que durante la mayor parte de su etapa como técnico batalló contra sus problemas de salud, producto de la adicción a las drogas, los medicamentos y el alcohol. Por ejemplo, en 2019 se tuvo que someter a una operación para controlar sangrados estomacales ocasionados por el baipás gástrico colocado en el 2005.
Y el 2 de noviembre de 2020 fue internado por un cuadro de anemia y depresión. Finalmente, Diego Maradona falleció en la mañana del 25 de noviembre de 2020 a los 60 años, en su residencia ubicada en Dique Luján, a causa de una descompensación cardíaca que le generó un edema de pulmón. Al momento de su muerte se encontraba convaleciente tras haberse sometido a una cirugía para corregir un hematoma subdural en la cabeza.
Tras su muerte, que le dio la vuelta al mundo en un par de horas, el presidente Alberto Fernández declaró tres días de luto nacional. Multitudes se aglomeraron en el obelisco de Buenos Aires, en el estadio de Argentinos Juniors (que lleva su nombre), en el estadio La Bombonera y en el estadio de Nápoles (que también lleva su nombre), entre otros lugares, para rendirle homenaje.
Su cuerpo fue trasladado a la Casa Rosada durante la madrugada del 26 de noviembre, donde fue velado hasta la tarde. La ceremonia contó con la asistencia de cientos de miles de personas que querían darle el último adiós a su ídolo. Sus restos fueron posteriormente trasladados al cementerio privado Jardín de Paz, ubicado en Bella Vista, donde fue enterrado junto a las tumbas de sus padres.
Desde entonces se han realizado numerosos homenajes para honrar su memoria y mantener viva la leyenda de uno de los hombres más queridos de toda la historia. No es para menos. Estamos hablando de un futbolista que fue la inspiración de decenas de canciones, películas y series. Sin embargo, el mayor ejemplo de esta idolatría es la ‘Iglesia Maradoniana’. En Argentina y en varias partes del mundo existe esta parodia de religión relacionada con el culto a Maradona como Dios supremo. Para ellos 1961 es el año 1 D. D., «después de Diego», y marca el comienzo de la «era maradoniana».
La locura que despertaba ‘El Pibe de Oro’ en la gente se debía en gran parte a su extrovertida forma de ser, pero también tuvo mucho que ver todas las gestas que logró dentro de las canchas. Éstas, además, le permitieron ganar más de 50 premios individuales durante y después de su carrera.
Por ejemplo, junto con Pelé, fue uno de los dos ganadores conjuntos del premio «Jugador del siglo de la FIFA» en el 2000. En 2017, la revista ‘FourFourTwo’ lo ubicó en el primer lugar en su lista de «100 mejores jugadores», mientras que, en 2018, fue clasificado en primer lugar por la misma revista en su lista de los «Mejores jugadores de fútbol en la historia de la Copa del Mundo».
Si el argentino fue capaz de lograr todo eso pese a sus problemas de adicción, es imposible no imaginar hasta dónde hubiera llegado sin ellos. Es más, él mismo reconoció en una entrevista que su carrera se vio notablemente afectada por las drogas. «Yo le di ventajas, eh; con mi enfermedad, yo les di ventajas: ¿Sabés qué jugador hubiese sido yo si no si no hubiese tomado droga? Hubiese sido un jugador de la puta madre», reflexionó en una entrevista a ‘TyC Sports’.
Finalmente, sobre su vida familiar podemos decir que, Diego Maradona tuvo 5 hijos reconocidos: Diego Júnior (hijo de Cristiana Sinagra), Jana (hija de Valeria Sabalain), Dalma y Gianinna (hijas de Claudia Villafañe) y Diego Fernando (hijo de Verónica Ojeda). Sin embargo, recibió numerosas demandas por paternidad. Razón por la que alguna vez declaró lo siguiente: «Mis hijas legítimas son Dalma y Gianinna. Los demás son hijos de la plata o de la equivocación».
También tuvo que responder ante la justicia en distintas ocasiones tras ser acusado de violencia de género y acoso sexual, por sus problemas con el fisco italiano y por su relación con la Camorra, como es conocida la mafia italiana.
Así termina la increíble historia de Diego Armando Maradona, quien es ampliamente considerado como el mejor futbolista de su generación. También es para algunos jugadores, entrenadores y especialistas el mejor de todos los tiempos. El único que ha sido capaz de ganarse el estatus de Dios.