La agresión más salvaje del fin de semana se vio en Tailandia. Aisaret Noichaiboon, jugador del Bangkok, le dio un codazo en la cara a un rival. El desleal codazo, que es considerado un movimiento de Muay Thai, provocó que su equipo lo despidiera y le cancelara el contrato.
La agresión sucedió cuando un rival, que estaba luchando por una pelota, decidió dar una especie de patada antideportiva a Noichaiboon, justo antes de que el balón se perdiera por línea de banda. El jugador del Bangkok no lo tomó bien, decidió irse a por él, lo golpeó y lo dejó noqueado en el piso.