Freddy Rincón nació en Buenaventura, Valle del Cauca, el 14 de agosto de 1966; y falleció este 13 de abril de 2022 en Cali, Valle del Cauca. Debutó a los 20 años, jugó 18 temporadas como futbolista profesional y dejó huella en todos los equipos que estuvo. Se retiró a los 38 años tras haberse convertido en uno de los mejores de la historia.
Estamos hablando de un volante mixto inigualable. De un jugador inteligente conocido por por su velocidad, su olfato goleador y su potente pegada. Sumó 675 partidos, 169 goles y 9 títulos entre sus clubes y selección. Un personaje único e irrepetible, que también se desempeñó como asistente técnico y comentarista deportivo.
Freddy Rincón marcó la historia de nuestro fútbol y puso por lo alto la bandera de nuestro país. La vida le puso pruebas y él respondió con alegrías para toda Colombia. Por ello, el diario ‘MARCA’ de España ha querido reconstruir su historia, con diferentes confesiones en las que dejó al algunas de sus frases más recordadas.
INFANCIA EN BUENAVENTURA
A pesar de la necesidad, Rincón siempre vio el lado bonito de la vida. Sopesaba las dificultades con sueños y alegrías. No necesitaba de mucho para ser feliz y le sobraba actitud para pensar siempre en grande.
«Es un puerto sabroso, yo por lo menos en mi infancia crecí mucho, aprendí mucho. Como hombre, me hice en Buenaventura gracias el ejemplo que me dieron. Me sentía mejor descalzo, al comienzo fue duro jugar con guayos. Yo me salí de Buenaventura prometiéndole a mi mamá que le iba a ayudar a ella y a mis hermanos. Uno se traza metas y objetivos», reconoció.
INICIOS DE FREDDY RINCÓN
El joven sale de casa lleno de ilusiones y sueños hacia la capital de Colombia. El despunte de talento vestido de rojo siempre estará en su memoria.
«Santa Fe siempre va a estar en el primer lugar para mí. Fue el que me dio la oportunidad en el profesionalismo y ahí comenzó todo. Hay grandes recuerdos, buenos momentos que pasaron allí, compañeros con los que hicimos un buen equipo y también la importancia del profesor Jorge Luis Pinto, en ese entonces», dijo.
EL CARTEL DE CALI
En una época donde el narcotráfico inundó todos los sectores sociales y económicos del país, Rincón llega a América de Cali, propiedad de una de las organizaciones delincuenciales más poderosas de ese entonces.
«Miguel Rodríguez Orejuela era el dueño del equipo y nosotros los jugadores. Él mandaba, nosotros obedecíamos. Es algo del fútbol, independientemente de lo que hacía, él era el jefe y nosotros hacíamos lo que determinaba.
Siempre he estado acostumbrado a respetar a quien manda, entonces obedecía las órdenes porque quería ganar títulos, era más o menos así. Yo pedía que me dejaran salir cuando llegaban ofertas, pero nunca me lo permitían.
Fue él quien decidió cuando llegó Palmeiras. Jugar fuera era un sueño que tenía. El club sabía que habían ido a Colombia por mí y me sorprendió que me dejaran salir cuando había rechazado otras propuestas», aclaró.
EL GOL A ALEMANIA EN ITALIA 90
Uno de los gritos más sagrados en la memoria del fútbol colombiano. Ese día Freddy Rincón hizo olvidar a toda Colombia de sus problemas con un agónico gol que tuvo una jugada previa magistral.
«La jugada inició de una recuperación entre Perea y Leonel Álvarez. Leonel se la entregó a Fajardo, después se la entregó al Pibe, en esa jugada fue que me la pasó, yo se la devolví. En ese momento fue que yo corrí, sin saber para dónde iba la pelota.
Ahí ya uno piensa mil cosas en milésimas de segundo. Afortunadamente y gracias a Dios la que pensé es la que sirvió», recordó.
LA GOLEADA A ARGENTINA
Ese 5 de septiembre de 1993 lo llevan los colombianos en la memoria eterna. Un gigante como Freddy Rincón tenía que estar ahí para hacer parte del manuscrito histórico de esa noche en Buenos Aires.
«Esa fue una de las cosas buenas que se han hecho en el fútbol colombiano y la gente la ha disfrutado mucho. Era el último partido de las Eliminatorias y se consiguió clasificar directo al Mundial. Eso lo dice todo, más ante el rival que fue y el resultado que se dio», apuntó.
RACISMO CONTRA FREDDY RINCÓN
Llegó a uno de los clubes con mayor historia y aficionados del planeta. La cumbre del fútbol lo esperaba, pero no logró adaptarse y el contraste de su piel con el uniforme blanco incomodó a verdaderos imbéciles de la época.
«En mi época había desorden en el Madrid, la plantilla no estaba muy bien organizada. Fui víctima de actitudes racistas y no jugaba mucho, pero jugar allí fue una de las mejores cosas que me han pasado.
Pienso que podría haberme quedado, pero cuando tomé la decisión de irme no sabía que gente como Figo y Roberto Carlos iban a llegar en el futuro», reconoció.
DELITO EN PANAMÁ
Freddy se vio envuelto en un escándalo que luego se solucionó a su favor y que comprometía los bienes que con tanto esfuerzo y talento se ganó.
«Jamás cometí delito de blanqueo de capitales provenientes de la droga. Mucha gente no me creyó, pero ahí está la sentencia. Se me acusó sin pruebas y la Justicia de Panamá me declaró inocente, como yo no me cansé de repetir desde el primer momento», aclaró.
JUGAR EN BOCA JUNIORS
Deseado por muchos, Rincón no pudo jugar con todas las camisetas que se acercaron a él, como la xeneize.
«En mi carrera estuve por ir dos veces. Cuando estaba en América de Cali y luego cuando estuve en Real Madrid. En América no me quisieron vender y la segunda no se dio porque ya tenía todo arreglado con Palmeiras», expresó.