Antony Matheus dos Santos sigue siendo uno de los hombres del momento de Inglaterra. Tras debutar con gol en el Manchester United, concedió una entrevista a ‘Sky Sports’ en la que reveló detalles de su dificil infancia. Estas fueron las palabras de Antony:
INFANCIA EN BRASIL
«Solo era un niño humilde de una favela que no tenía zapatillas para jugar, que no tenía habitación, dormía en el sofá. Vivía en la mitad de la favela, a veinte pasos de casa había un punto de droga, enfrente de mi casa. A veces estabas viendo un partido el domingo y había un olor de cannabis que llegaba a casa.
Hubo momentos en los que mis padres, mi hermano y mi hermana nos abrazábamos y llorábamos por nuestras vidas. Había veces, en el medio de la noche, en las que estábamos achicando agua, con la casa inundada, pero seguíamos mostrando una sonrisa».
AMOR AL FÚTBOL
«Siempre me gustó mucho el fútbol. Mi hermano siempre estaba conmigo enseñándome a hacer driblings con el balón y ahora sigue conmigo, cuidando de mi carrera, así que siempre tuve ese plan: ser jugador, ser jugador. Nunca he tenido otro plan».
LLEGADA A EUROPA
«Llegué al Ajax solo durante la pandemia. Fue difícil salir fuera sin mi hijo, me perdí los primeros pasos. Solo vi un vídeo, pero es el sacrificio que hacemos, el precio que tenemos que pagar.
No me arrepiento, para mí es darle un futuro mejor, para que esté orgulloso. Por mucho que llorara por la noche pensando en él, creo que vale la pena. Ahora está cerca de mí, feliz y haciéndolo bien».
«Fue difícil, estaba ansioso, no veía la hora de llegar, de vestir la camiseta. Hubo noches que no podía hablar y también hubo momentos difíciles también en el Ajax.
Todo el mundo lo sabe, estaba en contacto con ellos y estoy agradecido por su persistencia, por su confianza y por querer ficharme, dándome la esperanza de que era posible. Estoy muy feliz».
SU PRIMER GOL
«Cuando vi el balón en la red y la gente gritando, fue muy emocionante. El gol era para mi familia y para los fans».
Recordemos que, el Manchester United le pagó al Ajax 100 millones de euros por los servicios del extremo brasileño, de 22 años. Pero ni la asombrosa cifra de su traspaso separa al futbolista de sus raíces. De niño sufrió mucho para llegar a donde está, pero ahora es un hombre feliz.