El autogol más descarado de la historia del fútbol se vio el pasado domingo en Brasil. Julio Campos, volante del Atlético Amazonense, actuó de manera muy sospechosa ante el Sul América. Los locales perdían 1-3 cuando él decidió meter el balón con intención en su propia portería.
En el minuto 89 llegó la polémica jugada. Campos tomó la pelota en la frontal del área, se giró hacia su arco y marcó deliberadamente ante el asombro de sus compañeros. Según apuntan desde Brasil, subyace una cuestión de apuestas sobre el número de goles que se marcarían en el partido. Lo cierto es que la CBF ya está analizando este escandaloso autogol.
