Lionel Messi sigue ganando adeptos para ser considerado el mejor futbolista de la historia. Es el que más títulos colectivos ha levantado y el que más premios individuales ha ganado. El pasado 30 de octubre recibió su octavo Balón de Oro y amplió su ventaja como el máximo ganador histórico del galardón.
Como si esto fuera poco, Leo también es dueño de otras marcas que parecen ‘imposibles’ de batir. Estamos hablando de los récords más difíciles de superar que ha logrado en su exitosa carrera el astro argentino. A continuación, repasamos cuáles son:
91 GOLES EN 1 AÑO NATURAL
Hablamos de la suma de club más selección. Para hacerse una idea de lo que supone esta cifra, que Messi logró en 2012, vamos a hablar de nombres propios. Robert Lewandowski y Cristiano Ronaldo, dos animales del gol, han llegado a 69 como máximo en un año natural. El polaco lo hizo en 2021 con el Bayern Múnich y el portugués en 2013 con el Real Madrid. Una barbaridad que nadie más ha sido capaz de lograr.
82 GOLES EN UNA TEMPORADA (73 CON SU CLUB)
Los dos datos, tanto goles totales (selección más club) como los conseguidos sólo a nivel de club en la campaña 2011-12 suponen un récord. Cristiano Ronaldo, en su temporada goleadora más prolífica, llegó a los 61 con el Real Madrid (2014-15) y 66 si se suman los de Portugal. Gerd Müler marcó 67 en total en la 1972-73 y Pelé 66 en la 1957-58. Los datos de Messi en esa temporada son los de un extraterrestre.
Durante 20 años, una de las preguntas de LaLiga era si alguien superaría algún día el récord goleador que compartían Telmo Zarra y Hugo Sánchez, que marcaron 38 goles en la 1950-51 y en la 1989-90, respectivamente.
Desde 2010, Cristiano Ronaldo superó tres veces esa barrera, Messi otras tres y Luis Suárez en otra ocasión. Quien más lejos llegó fue el argentino, que dejó la marca en nada menos que 50 goles en un campeonato (Cristiano marcó 48 en la 2014-15). Una animalada con la que casi nadie puede ni soñar.
19 JORNADAS MARCANDO AL MENOS UN GOL
De nuevo la magnitud del récord se mide comparando con el segundo y el tercero, que son Ronaldo Nazário y Cristiano Ronaldo, que fueron capaces de marcar durante diez jornadas consecutivas. Lionel se fue hasta las 19, una vuelta entera marcando a un equipo sí y a otro también, en la 2012-13.
Y el récord se rompió por una lesión, por lo que podía ser mayor todavía. De hecho, después de la lesión volvió a marcar en los dos siguientes encuentros, con lo que también tiene el récord de jornadas consecutivas jugando y marcando, con 21.
474 GOLES EN LA LIGA
Hasta la llegada de Messi y Cristiano, el máximo goleador de la historia de LaLiga era Telmo Zarra, que sigue siendo el tercero con 252 goles. Pues bien, Messi se fue nada menos que hasta los 474. 163 más que el segundo (Cristiano) y 224 goles más que el tercero.
Comparamos, para hacernos una idea del récord, con los máximos goleadores históricos de las otras cinco grandes ligas: en la Premier League es Alan Shearer con 260 goles (214 menos que Messi en LaLiga), en la Serie A es Silvio Piola con 274 (200 menos que Messi en LaLiga) y en la Bundesliga es Gerd Müller con 365 (109 menos que Messi).
Hay varios récords de Lionel que quizá parezca algo menos complicado de batir. Por ejemplo, las 6 Botas de Oro. ¿Difícil de superar? Sí, pero no imposible. Uno puede imaginarse a Erling Haaland ganando muchas Botas de Oro de aquí al final de su carrera, por ejemplo.
O los 106 goles con la Selección Argentina, que son una barbaridad, pero en estos tiempos en los que se juegan cada vez más partidos, quizá pueda aparecer un goleador voraz e igualarlo. También podría batirse el récord de partidos jugados en los Mundiales, que lo tiene Leo con 26 (ha disputado cinco y dos de ellos hasta el último partido).
En LaLiga tiene varios récords que el tiempo dirá qué tan humanos son: jugador que más partidos ha ganado (383), que más partidos ha marcado al menos un gol (300, este sí parece muy complicado de batir), partidos con al menos dos goles (133), partidos con al menos tres goles (36).
Como rezaba el pasado lunes el auditorio del Théâtre du Châtelet de París, Messi es infinito.