Selecciones

La Copa América que ganó Colombia, pero no recibió el Trofeo

La Copa América es el torneo de Selecciones más importante de Sudamérica. A su vez, es uno de los tres mejores certámenes internacionales, junto con la Copa del Mundo y la Eurocopa. La gran diferencia de la primera con las otras dos competiciones es que ha protagonizado varios momentos curiosos a lo largo de la historia.

Por ejemplo, en la edición de Chile en 1945 se jugaron dos copas a la vez, algo que solo se dio en una ocasión. Todas las selecciones lucharon por ser la mejor de América y, tres de ellas peleaban por dos copas, la Copa América y la Copa Mariscal Sucre. En esta última participaron Bolivia, Colombia y Ecuador, con los cafeteros alzando el trofeo.

El Campeonato Sudamericano de Selecciones Extraordinario 1945 fue la décimo octava edición del certamen, que posteriormente sería denominada como Copa América. Se desarrolló en Chile, entre el 14 de enero y el 28 de febrero de ese año.

A este certamen se le dio carácter de extraordinario porque no hubo trofeo en juego. No concurrieron a la cita por diferencias con la federación chilena, Paraguay y Perú, mientras que sí estuvieron presentes Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Uruguay y una nueva selección: Colombia (que estuvo representada por el Junior de Barranquilla).

En el partido más disputado, Argentina le ganó 1 a 0 a Uruguay con una anotación de Rinaldo Martino y se consagró campeón. El brasileño Domingos da Guia fue nombrado el mejor jugador de este torneo y Norberto Méndez, de Argentina, y Heleno de Freitas, de Brasil, fueron los máximos goleadores con seis tantos cada uno.

La Copa América Mariscal Sucre

Lo más llamativo de esta edición de la Copa América fue que también estuvo en juego la Copa Mariscal Sucre destinada al representativo bolivariano. Es decir, la disputaron Colombia, Ecuador y Bolivia y el que lograra mejor puntaje en los enfrentamientos directos sería el campeón.

El trofeo quedó en poder de la Selección Colombia tras vencer a Ecuador (3-1) y empatar con Bolivia (3-3). Aquella fue la primera y única vez que se jugaron dos copas al mismo tiempo. Un suceso casi imposible de repetirse, que quedará por siempre grabado en los libros de la historia de la Copa América.

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